DÍA 3: RESCATE EN LA GUERRA EN UCRANIA

Recta final a la frontera con Ucrania

Dani Alonso ha apalabrado la entrega de casi 700 kilos de suministros en Mlyny, una aldea polaca a unos 6 kilómetros de tierras ucranianas

Contactos por Whatsapp y gestiones sobre la marcha: así organizan los voluntarios la vía de escape de los refugiados

Dani Alonso conduce con el vehículo ya arreglado tras el pinchazo C. DE QUIROGA

Cris de Quiroga

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A las afueras de Varsovia, ya cerrada la noche y tras 2.800 kilómetros de carretera , la rueda trasera del Toyota Land Cruiser pinchó . A la mañana siguiente, el pequeño agujero en la válvula del grueso neumático aguantó otros 170 kilómetros hasta un taller en la pequeña ciudad de Ryki, al este de la capital polaca. El imprevisto solo ha retrasado una hora el viaje de Dani Alonso a la frontera, la recta final de 400 kilómetros con destino a Mlyny, una aldea a poco menos de un cuarto de hora en coche de tierras ucranianas.

[Día 2: Contactos por Whatsapp y gestiones sobre la marcha: así organizan los voluntarios la vía de escape de los refugiados]

Dani apalabra sobre la marcha la entrega de los casi 700 kilos de suministros que carga su todoterreno, con un remolque de 500 kilos de comida para mascotas que le proporcionó una amiga ucraniana antes de partir de Madrid. El contacto es Andrés Karabin, un voluntario que coordina desde Varsovia la ayuda humanitaria a los refugiados que cruzan a territorio seguro.

- Yo aviso en un rato a la gente de la frontera para que estén pendientes. ¿A qué hora van a llegar? - pregunta Karabin, al otro lado del teléfono.

- Calcula unas tres… unas tres horas y media. Allí es seguro entregarlo, ¿no? - inquiere Dani.

- Sí, sí, sí, cien por cien seguro.

- ¿Y para recoger a gente?

- Pueden hablar directamente allí, porque ese es el centro adonde están llegando todos los refugiados. Yo hablo con el coordinador cuando ustedes lleguen y que pregunte si alguien quiere ir a España.

- Tenemos ya familias de acogida en España, así que estaría todo resuelto.

- OK, perfecto, pues déjame que hable con el de la frontera y en un rato te aviso.

- Muchísimas gracias.

- Tranquilo, y buen viaje.

Mientras Dani marcha a Mlyny, el resto del convoy, formado por otros 17 voluntarios , se ha quedado en Varsovia, donde a lo largo de la jornada les asignarán refugiados que desembarcan sin cesar la estación central de trenes de la capital. Dani tiene una mano en el volante y otra en el móvil durante todo el trayecto. Un amigo le llama para comprobar que está bien y él, que intenta contener las lágrimas en un par de ocasiones, confiesa: «Pues estoy un poco nervioso, macho, a ver qué me encuentro».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación