Tras quedarse en paro, Martín ha visto en las placas solares un futuro garantizado. Quiere ser instalador de energía fotovoltaica y para eso se ha apuntado a un curso en Valencia, igual que Carles a otro en Barcelona. Pero es casi imposible encontrar plazas libres en este momento en las academias debido a sus buenas salidas profesionales. Esto es por la falta de trabajadores cualificados: hay hasta 50.000 puestos sin cubrir en el sector y las empresas se los rifan. Las empresas en energía solar están desbordadas desde la pandemia. Las instalaciones de autoconsumo se han multiplicado por 10 por el encarecimiento de la energía y por la incertidumbre de cara a este invierno.-Redacción-
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