Rehabilitación de un edificio en la zona histórica de Santiago
Rehabilitación de un edificio en la zona histórica de Santiago - MIGUEL MUÑIZ

La Xunta reclamará el derecho a expropiar casas abandonadas

Será en caso de que una vivienda impida rehabilitar todo un conjunto urbano

Santiago Actualizado: Guardar
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La futura ley de rehabilitación y regeneración urbana de Galicia ya deja ver sus primeros esbozos. Uno de los más llamativos es que la Xunta solicitará el derecho a expropiar aquellas viviendas abandonadas sobre las que es necesario acometer una «intervención inmediata». De momento, y hasta que no se dé a conocer el texto final de la regulación, la administración autonómica plantea que la recuperación de los espacios requiere, también, instrumentos de excepción. «Hay ocasiones que, en un conjunto concreto, existen casas que impiden la rehabilitación de otras colindantes y lógicamente, tenemos que actuar para preservar el interés general», anunció Feijóo.

El Consello de Goberno se limitó a aprobar ayer las «líneas maestras» de la normativa, incluida en el programa electoral del PP en las pasadas autonómicas.

Una medida «compleja», como la calificó el presidente del Gobierno gallego, encargado de ir desgranando cada uno de los objetivos que persigue la ley. El primero y fundamental es crear un marco propicio para incentivar las reformas en inmuebles u otros entornos superiores, como áreas de edificación rural o cascos históricos en las ciudades.

La Xunta quiere eliminar todas las trabas burocráticas que limitan, tanto a las administraciones como a los particulares, las rehabilitaciones de sus inmuebles. Eliminar barreras, en definitiva. Además, se compromete a crear la estabilidad suficiente para transferir con seguridad los fondos de ayudas y ejecutar bonificaciones fiscales.

Todo para que Galicia vaya progresivamente recuperando los trazos que distinguen a su arquitectura tradicional, para hacer que las zonas históricas ganen en calidad de vida y potencial atractivo. De hecho, la administración ya recomienda a los ayuntamientos que adquieran edificios abandonados o en ruinas para instalar allí sus viviendas sociales. «Necesitamos su colaboración», demandó el titular de la Xunta. Feijóo aprovechó la oportunidad para informar a los gobiernos locales que existen planes urbanísticos ya diseñados, puestos a disposición de los municipios con menos población, y donde la construcción no está todavía regulada. En esas demarcaciones urbanas sin planes de urbanismo, el Ejecutivo gallego pondrá encima de la mesa normas de «acción directa». Catalogará como áreas «Rexurbe» aquellas que requieran una intervención «integral» en todos los ámbitos: desde el social, hasta el económico, pasando por el ambiental. En cada uno de estos distritos, tutelados por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) se instalarán oficinas para mejorar la mediación con los propietarios de las viviendas y se consignarán fondos «Rexurde» específicamente destinados a su rehabilitación.

El ejemplo de Vigo

Como inspiración a seguir, existen algunos en Galicia ejemplos de buenas prácticas. Uno de los mencionados por Feijóo fue el caso de Vigo, «un antes y un después» y un «modelo adecuado» para adaptar a otras localidades. «Está mejorando sustancialmente, es un buen planteamiento», concluyó. En su caso, la reforma de la zona vieja se ejecuta a través de un consorcio financiado con 90 millones de euros del Ejecutivo gallego.

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