La Xunta estudia evitar cierres en hostelería y ocio en los concellos en los niveles más altos de incidencia
Rueda asegura que los empresarios prefieren PCR obligatoria a un cierre forzoso
Doble tanda de encuentros de la Xunta con representantes del ocio nocturno y la hostelería, apenas dos días después de volver a endurecer las restricciones para intentar atajar el crecimiento desmedido de la pandemia entre la población más joven y en plena campaña turística de verano. El vicepresidente primero Alfonso Rueda y el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, se reunieron este jueves telemáticamente con el sector, y le trasladaron la «intención» del gobierno autonómico de «intentar compatibilizar las medidas con que su actividad siga vigente» , cómo explicó también titular de Presidencia y Turismo.
Es más, la sensibilidad de la Xunta llega hasta el punto que, según Comesaña, «buscamos maneras, alternativas seguras para no cerrar la hostelería en los niveles más altos», como ocurre ahora mismo cuando el grado de incidencia en un concello se dispara. El responsable de Sanidade no dio muchos más detalles de esta opción, explicando que será estudiada por los órganos que asesoran al gobierno gallego en la gestión de la pandemia.
Según Comesaña, la experiencia de exigir PCR para el acceso al ocio nocturno el pasado fin de semana «funcionó» aunque «haya que hacer ajustes», y no descartó que pueda implantarse para hacer uso de los locales de hostelería. «Es una opción que está ahí», apostilló. «Lo que los empresarios no quieren bajo ningún concepto es cerrar», añadió Rueda a los periodistas tras mantener la segunda de las reuniones, «entienden que se tomen medidas restrictivas en zonas de alta incidencia».
Los hosteleros y representantes del ocio nocturno trasladaron a la Xunta lo necesario de poder mantener un hilo de actividad en esta campaña de veran o, después de un año muy difícil en el que muchos optaron por no abrir y lo confiaron todo a la temporada estival. «Estoy seguro de que llegaríamos a acuerdos con la hostelería para adoptar medidas que impliquen poder seguir trabajando», aseguró Rueda.
El vicepresidente primero quiso salir al paso de la posibilidad de implantar un toque de queda , como están solicitando otras Comunidades Autónomas. «No se habló en la reunión», zanjó Rueda, «ninguna asociación lo ha planteado» ni por el momento está sobre la mesa de la Xunta. Pero todo dependerá de la evolución de los datos de la pandemia. «La seguridad sanitaria de los gallegos está por encima de todo», sentenció con rotundidad.
Por lo pronto, este viernes volverá a reunirse el subcomité clínico para analizar la evolución de la pandemia, con la zona del Salnés especialmente sensible a una eventual rebaja de las restricciones, sobre todo después de que Sanxenxo evitara endurecer las condiciones mostrando peores datos que sus concellos vecinos, a los que sí se le impusieron medidas severas al ubicarlos en nivel alto. Preguntado por esta cuestión tras el Consello de la Xunta —que Rueda presidió ayer en ausencia de Núñez Feijóo—, el vicepresidente aclaró que se limitan a «acatar» las recomendaciones que establece el comité clínico asesor. Los alcaldes de la comarca, que este jueves se reunieron con García Comesaña, pidieron más agilidad a la hora de bajar de nivel y que no se tenga que esperar varios días hasta su publicación en el DOG.
Ayudas al sector turístico
La inyección de dinero público es la manera de compensar, al menos en parte, a los ámbitos económicos más lastrados por las restricciones y el Covid. En este sentido, el Consello de la Xunta aprobó ayer un nuevo plan de choque para ayudar al sector turístico, particularmente atizado por la pandemia. Se destinarán 12 millones de euros a financiar cuatro nuevas líneas de ayudas para el sector turístico gallego, unos apoyos que se unen a los ya puestos en marcha a tal fin a lo largo de este año con otros 30 millones. Toda esta inversión está íntimamente ligada al Xacobeo. Serán, en esencia, para infraestructuras y a mejoras tecnológicas. De esos 30 millones de euros mencionados, casi el 90% se destinaron a la conocida como Tarxeta Turística y también a ayudas paras sectores específicos como las agencias de viajes o guías turísticos, prácticamente paralizados durante meses.
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