La Xunta creará 2.000 nuevas plazas de empleo público el próximo año

Los presupuestos de la Xunta para el año 2016 pasaron ayer la criba de las enmiendas de la oposición con el respaldo explícito del grupo popular al proyecto del Ejecutivo. Sin embargo, la discusión en pleno de las cuentas públicas y su proyección para el próximo ejercicio fue aprovechada por el Gobierno para adelantar algunos de los datos que «certifican la recuperación económica», según aseguró el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez. De esta manera, los diputados pudieron escuchar de Martínez, el adelanto de que el dato del Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia correspondiente al tercer trimestre, que se publicará el jueves, será «aún mejor» que en los anteriores trimestres, tras crecer la economía gallega un 1,3% interanual en el primero y un 1,8% en el segundo, el crecimiento de la economía se situará en torno 2%

. Y aprovechando el cambio de tendencia, el representante autonómico también avanzó que en 2016 el Gobierno gallego hará «nuevas convocatorias que ofertarán más de 2.100 puestos de trabajo en los servicios públicos», oferta que el conselleiro calificó como «la mayor de los últimos años», tras reivindicar haber apostado por la «estabilidad» en «los peores momentos de la crisis». «Somos la Comunidad que más estable mantuvo su número de efectivos durante la crisis, es decir, en el periodo comprendido entre los años 2000-2105».

Valeriano Martínez se mostró seguro de sus cuentas y reiteró los argumentos esgrimidos cuando tuvo ocasión de presentarlos ante la opinión pública. Reiteró que los presupuestos «son expansivos, aumentan considerablemente el gasto social y apuestan por la cohesión territorial del país». Aportó datos concretos como «el aumento en un 15% de los recursos destinados a políticas activas de empleo, la rebaja del IRPF que beneficiará «al 98,5% de los contribuyentes y que implica que se produzca «la mayor bajada de impuestos en la historia de la autonomía». En definitiva, se trata de «unos presupuestos prudentes y realistas, para que puedan ser ejecutados y cumplidos» en todos sus términos.

La descripción del conselleiro no le gustó a la oposición. Todos los grupos de la izquierda se mostraron contrarios a unas cuentas que calificaron de «electoralistas». El portavoz del grupo socialista, José Luis Méndez Romeu, señaló que «el proyecto de la Xunta no presenta ninguna directriz nueva, ninguna iniciativa para salir del estancamiento económico» y aventuró que la ejecución del plan contable «creará la mayor desigualdad de la historia moderna». Méndez Romeu remató con un reproche ideológico: «Se trata de aplicar dogmáticamente sus dogmas».

También el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, rechazó el proyecto y se negó a valorar las previsiones económicas porque «no se puede discutir en serio con ustedes» ya que, según dijo, «se pitorrean de los ciudadanos, de la ciencia económica y cargan con sus errores a los que vienen detrás». En términos similares se expresaron los nacionalistas del BNG, la diputada Ana Pontón, aprovechó su turno en la discusión de enmiendas parciales para tildar «la política del PP de fracasada» y para sugerir «menos cemento y más innovación». Pontón también solicitó al conselleiro «partidas para un rescate de los servicios sociales».

Finalmente, el conselleiro rechazó las críticas. Se remitió a los datos que «certifican la recuperación» y afeó la conducta de algunos grupos como AGE que «copian año a año las mismas enmiendas». El conselleiro agradeció a los grupos su trabajo y reiteró que las proyecciones económicas y la «solvencia de Galicia» acreditan que las cuentas «son las que Galicia necesita».