EL FUTURO DE LA PRODUCCIÓN DE ALUMINIO

La venta de Alcoa a Parter sigue en el aire ante los recelos de la plantilla

La multinacional insiste en que los trabajadores deben avalar la operación y estos se niegan a hacerlo. El Gobierno había anunciado que hoy se firmaría un nuevo acuerdo con el fondo suizo para ratificar la compra

Trabajadores de Alcoa en una protesta ante la Delegación del Gobierno en La Coruña MIGUEL MUÑIZ

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El futuro de Alcoa sigue de momento en el aire. El martes el Gobierno central aventuraba que hoy se cerraría un nuevo acuerdo entre la multinacional estadounidense y el fondo suizo Parter. Pero la posible venta aún no ha sido rubricada. Desde aproximadamente las 15.00 horas los trabajadores de La Coruña y Avilés mantienen una nueva reunión con Alcoa en un hotel de Madrid. La multinacional insiste en que la operación debe contar con el visto bueno de las plantillas, pero los comités de empresa siguen sin dar su aval al documento.

Alcoa había l legado el 18 de junio a un preacuerdo de venta a Parter . Pero repentinamente cambió de opinión. El pasado viernes comunicó que el fondo no cumplía con las garantías financieras. En principio, la aluminera sólo le daba unos días para ponerlas sobre la mesa, pero en un encuentro celebrado este lunes amplió el plazo. Aunque la multinacional no lo confirma, tanto el comité de empresa de La Coruña como el secretario general de Industria, Raúl Blanco, aseguraron que Parter tendría hasta final de julio para demostrar que cuenta con músculo financiero y liquidez suficiente para hacerse cargo de los casi 700 trabajadores de La Coruña y Avilés durante los próximos dos años.

Las plantillas no quieren cargar sobre sus espaldas con el peso de haber avalado una operación que al final acabe en fiasco . Antes de participar en la reunión con Alcoa, el presidente del comité de empresa de Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, lo dejó claro. Según informa Ep, advirtió a la aluminera de que no iban a ratificar el posible acuerdo de compraventa. El representante sindical insistió en que no metan a la parte social por el medio, «porque si lo intentan para avalar su compraventa y que luego no haya posibles denuncias o que, aun incumpliendo el acuerdo, no se pueda hacer nada, que se olviden» , recalcó. En las últimas reuniones Alcoa pretendió que las plantillas estampasen su rúbrica en un documento en el que figuraban, entre otros puntos, los avales financieros de Parter. Pero desde La Coruña insistieron que los trabajadores no tienen medios para comprobar si son o no fiables y en todo momento pidieron al Gobierno central que garantizase la operación. Los sindicatos consideran que no es imprescindible su rúbrica para que se ejecute la venta. Pero Alcoa confirma que «viene pidiendo y todavía pide» el aval de las plantillas para dar el visto bueno a la operación. «Tanto la representación de los trabajadores como el Ministerio de Trabajo opinan que como mucho se nos tiene que informar de la finalización del ERE al vender las plantas», subrayó el lunes el comité de empresa coruñés.

En octubre la multinacional del aluminio comunicaba que iba a cerrar ambas factorías. Alcoa justificaba entonces su decisión por la carestía de la luz (hasta el 40% de sus costes de producción se van a abonar la factura eléctrica) y también porque las plantas se habían quedado obsoletas. En enero, la empresa daba un respiro a los trabajadores. Se firmaban unos acuerdos del ERE, en los que se posponía la clausura inmediata hasta el 30 de junio para dar tiempo a buscar un inversor. El comprador debería mantener los empleos y la actividad industrial en las plantas durante dos años. El primer preacuerdo de venta con Parter llegaba el 18 de junio después de que Alcoa dejase fuera del proceso al fondo alemán Quantum, alegando también que no cumplía con las garantías financiera s . En una reciente reunión con las plantillas, Parter ha asegurado que está dispuesto a garantizar el empleo durante esos dos años, pero fía la continuidad del proyecto a pleno rendimiento a una rebaja de los precios eléctricos. Según la patronal de las industrias electrointensivas en España se paga el megavatio hora entre 20 y25 euros más caro que en Francia o Alemania. Para lograr la rebaja sería necesario que el Gobierno aprobase el prometido estatuto para la industria electrointensiva, pero el documento quedó paralizado por un dictamen negativo de Competencia y no puede aprobarse con el Ejecutivo en funciones. Pasados los dos años, Parter no garantiza que toda la plantilla vaya a mantener sus trabajos ya que con los precios eléctricos actuales sólo estaría interesado en mantener activa la zona de fundición para el reciclaje de materiales. No se retomaría la producción de aluminio primario.

Si no hay venta, 263 trabajadores de La Coruña y Avilés perderán sus empleos . Para el resto de la plantilla indefinida, Alcoa ofrece un plan de recolocaciones en la única fábrica que tiene operativa, San Cibrao, o jubilaciones anticipadas. Alcoa mantendrá a otros 205 empleados en las fundiciones de La Coruña y Avilés.

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