Atención sanitaria

Las urgencias exigen soluciones que pasen por implicar a todo el hospital

Piden que no se espere más de cuatro horas por una cama en planta y que se agilice la interconsulta, mejorando los sistemas de registro y trazabilidad para un correcto seguimiento del desempeño de cada eslabón de la cadena

Tato Vázquez Lima, presidente de Semes Galicia, este jueves en la sede del Colegio Médico en Santiago MIGUEL MUÑIZ

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El pasado enero, con los servicios de Urgencias una vez más sobrecargados en plena ola de gripe, José Manuel Fandiño, responsable de las Urgencias del CHUAC, como portavoz de sus homólogos en los restantes hospitales del Sergas, denunciaba la «filosofía acumulativa» que convertía a sus servicios en víctimas de la falta de agilidad de otras áreas del hospital para absorber a sus pacientes. «Nuestro espacio es limitado y nuestra puerta está siempre abierta» , repetía este jueves en Santago el especialista, insistiendo en esa falta de drenaje como principal razón de la sobrecarga que cíclicamente afecta a las Urgencias hospitalarias, y subrayando cómo el problema que se manifiesta en ese extremo de la organización hospitalaria es en realidad resultado de ineficiencias en otros eslabones de la cadena. «Cuando en momentos de saturación se acercan compañeros a preguntar ‘cómo estáis?’ les digo ‘no, cómo estamos’», ilustró el especialista.

Fandiño participaba en la sede del Colegio Médico de La Coruña en la presentación del libro «Criterios de homogenización de los servicios de urgencias hospitalarias» , un documento editado por la delegación gallega de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) que pone cifras e indicadores claros a las necesidades de estas unidades. La publicación, remitida esta misma semana a las gerencias del Sergas, sindicatos y partidos políticos, ve la luz diez años después de la constitución por la Consellería de Sanidade del primer grupo de trabajo centrado en la mejora de los servicios de urgencias, una década en la que el documento, apuntan sus promotores, ha tenido que sortear el riesgo del archivo y en la que el informe conjunto de los Defensores del Pueblo alertando en 2015 de las vulneraciones de la dignidad e intimidad de los pacientes que ocasionaba la sobrecarga de las Urgencias actuó como espoleta para llevar el trabajo a buen puerto.

Trazabilidad

Negro sobre blanco, el documento define ratios estrictas de recursos humanos y materiales para una atención de calidad pero, sobre todo, insiste en la necesidad de avanzar en la trazabilidad de todos los procesos que interfieren en la atención del paciente en Urgencias y en el ajuste de cada uno de ellos a unos tiempos máximos de respuesta. Es el caso, expone Tato Vázquez Lima, presidente de Semes-Galicia , de las valoraciones solicitadas a especialistas de otras áreas (el libro plantea la implantación de un sistema de mensajería y registro de las interconsultas formuladas y sus plazos de resolución) o de la asunción en la planta correspondiente de los pacientes que han concluido su paso por Urgencias con una indicación de ingreso. Los estándares del Ministerio, recuerda Vázquez Lima, fijan un máximo de cuatro horas de espera. «Podemos entender que ese máximo se flexibilice en picos de demanda, pero es que se dan casos de 48 horas de espera» , expone.

Sus demandas fueron recogidas por el director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal , quien se mostró abierto a escuchar «a los que vivís el día a día». «Nuestro objetivo es el mismo e iremos juntos» , afirmó.

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