Municipales 26-M

«El único voto para sacar a Xulio Ferreiro es el del PP»

Beatriz Mato, candidata del Partido Popular a la alcaldía de La Coruña, se presenta como el único proyecto de ciudad fruto de conocer la realidad coruñesa

Beatriz Mato posa para ABC con la playa de Riazor a sus espaldas, el pasado jueves IAGO LÓPEZ

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Es el sexto día de campaña, y la actividad en la sede del PP local es frenética. Ni a Beatriz Mato ni a su equipo los desaniman las encuestas porque «la calle a nosotros nos dice otra cosa». La candidata insiste: no quiere ser alcaldesa por serlo sino para cambiar la ciudad. Su diagnóstico de estos cuatro años es negro, y apunta al PSOE, el gran favorito en los sondeos, como cómplice para este saldo tras la legislatura del populismo.

—¿Qué ha sido lo peor de estos cuatro años de la Marea Atlántica?

—La desidia, el abandono, la incompetencia, la falta de gestión, el no conocer el día a día de la ciudad, el favorecer a los amigos, el creer que el Ayuntamiento es un cortijo… ¿Algo más?

—El alcalde, sin embargo, defiende sus políticas sociales

—Como generalmente le ocurre a la izquierda, y especialmente a la populista, hacen bandera de medidas que acaban convertidas en eslóganes vacíos. La renta social, anuncian que destinarán 3 millones de euros y al final en cuatro años no han invertido ni 1,2 millones para beneficiar a 450 personas, cuando dijeron que esto era algo muy necesario en la ciudad. La Risga de la Xunta multiplica por cuatro su efectividad en la ciudad. Es la que realmente ayuda a los ciudadanos. La Xunta, que sí que cumple con los coruñeses, autoriza a María Pita a ayudar a las personas dependientes a través de la ayuda a domicilio, hay 80.000 horas autorizadas que podrían beneficiar a 300 dependientes y no están siendo tramitadas. Esto es incapacidad de gestión.

—¿Tiene la ciudad problemas de desigualdad?

—No, pero es que la Marea vendió que existían y que ellos los iban a solucionar. Al final, ni existían los problemas ni solucionaron nada. Lo que sí hay es que garantizar una mayor cohesión social y, entre todos, blindar que todos los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades para acceder a los servicios públicos y el empleo. Y el Ayuntamiento tiene competencias para hacerlo.

—Habla de empleo. ¿Cómo se genera desde un ayuntamiento?

—De muchas maneras. La primera, generando confianza y tranquilidad a los empresarios, dando seguridad jurídica a los emprendedores, para que sepan que cuando adoptan una decisión tendrán el apoyo y la tramitación adecuada. El alcalde debe decirle a un inversor que tendrá disponibilidad de suelo, que habrá accesos y servicios en tiempo y forma. Tener una confianza amplia te permite decir y hacer. La Marea tenía que pedirle permiso para cada paso al PSOE, eso no genera confianza. Segundo, un ayuntamiento debe ejecutar el presupuesto. La Marea ha dejado 170 millones en estos cuatro años sin gastar. ¿Qué significa? Que ese dinero se ha perdido, que pudo haber servido para crear infraestructuras como polideportivos o escuelas infantiles. Cada millón de euros vinculado a obra pública genera 60 empleos, lo dice la patronal de la construcción. Estos cuatro años se han perdido 10.000 empleos. Y por último, apoyar a sectores productivos de la ciudad. Este ayuntamiento ninguneó a la hostelería y el comercio.

—Y Alfonso Molina sigue ahí

—Por la dejadez del gobierno de la Marea. Siempre ponen palos en las ruedas, no solo a emprendedores y empresarios, también a las administraciones. Se lo puso a la Xunta con la intermodal y al Estado con Alfonso Molina, donde perdieron un año rehaciendo el proyecto. La realidad es que no tenemos esa avenida mientras Santiago goza de la circunvalación de la AP-9 y Rande se amplió en Vigo. Conclusión: ¿dónde está el problema? Si hay tres ayuntamientos de colores distintos, y dos se entienden con la Xunta y uno no, ¿quién es el responsable?

—¿Qué proyecto defiende el PP para la fachada marítima, que ha sido uno de los debates municipales de la legislatura?

—Me he esforzado por hablar con conocimiento de causa. No soporto que se haga demagogia con un tema tan trascendente. Nosotros tenemos el compromiso de hacer la primera gran transformación de la ciudad en el siglo XXI continuando ese paseo marítimo. Hay que mejorarlo, eso sí, porque la Marea lo ha abandonado y tiene un mantenimiento nefasto. En los terrenos de Batería y Calvo Sotelo existe el compromiso de la Xunta y del Gobierno de Rajoy de que los terrenos serían de titularidad y uso públicos. Rajoy garantizó 145 millones para el tren al puerto exterior, y eso aseguraba que las empresas ubicadas en San Diego pudieran irse a Punta Langosteira. Sin tren, no se vaciarán San Diego ni el puerto interior. Digo esto porque el señor Pedro Sánchez ha venido dos veces a La Coruña con las manos vacías. Yo como alcaldesa exigiré esa inversión. Calvo Sotelo y Batería debe ser un desarrollo público para el disfrute de todos los coruñeses. San Diego debe ser un debate para abordar más adelante. Yo ahí visualizo modelos que mezclen usos residenciales, empresariales, de ocio, portuarios…

—¿Teme que se pueda repetir en las municipales el 28-A?

—Me he esforzado mucho en poder trasladarle a los coruñeses que esto no se trata de ser alcaldesa por serlo, sino de escuchar, trabajar, conocer los problemas y prioridades para ofrecer soluciones. Durante este último año, la única persona candidata que ha trabajado a pie de calle y ahora presenta un proyecto de ciudad de verdad soy yo. La esperanza que me queda es que el 26-M la gente evalúe que Beatriz Mato quiere llegar a la alcaldía para solucionar sus problemas porque ya los conoce y sabe cómo hacerlo. Me parece una ofensa que haya formaciones políticas de carácter nacional que nombren candidatas a apenas dos meses de las elecciones y pretendan decirle a los barrios de Sagrada Familia o Monte Alto que sus problemas se los arreglarán desde Madrid, cuando ni siquiera han paseado por Pedralonga o Los Rosales. Paracaidistas de ese estilo no los quiero en la ciudad. Aquí no se presentan ni Abascal ni Albert Rivera porque no conocen Coruña. El PSOE, más allá de las peleas internas para buscar al candidato o las imposiciones en la lista, fue el partido que colocó en María Pita a Xulio Ferreiro a cambio de nada y es cómplice necesario de todas las decisiones de la Marea. Que los coruñeses no olviden eso.

—Pese a esto que dice, parece que las encuestas apuntan a que el voto contrario a la Marea lo está capitalizando ese mismo PSOE…

—Eso es lo que está apareciendo, pero no es lo que me dice la calle ni los sectores con los que yo hablo. No cabe duda que hay una influencia de las elecciones generales. Negarlo no procede. Ha pasado muy poquito tiempo. Pero las municipales tienen un marcado carácter personal y los coruñeses podrán elegir porque se trata de la ciudad, no de siglas. No se trata de hacer de La Coruña una ciudad roja y socialista apoyada por el populismo, sino de resolver problemas y marcar un rumbo. Hoy, el PSOE no tiene ni proyecto de ciudad ni plantea soluciones. Y lo que es peor: ofrezca lo que ofrezca, a la vista de la situación, si los coruñeses no confían en el PP, vamos a tener más de lo mismo. Votar al PSOE es votar lo mismo que a la Marea, es que Ferreiro siga en María Pita.

—Oyendo a Inés Rey, ella ya se ve alcaldesa. ¿Esa tendencia al alza del PSOE es frenable?

—Espero que sea frenable. Trabajo en ello aportando propuestas y soluciones a la ciudad. Pese a que puede ser difícil porque están utilizando todas las armas del PSOE para capitalizar el voto, como con la visita por dos veces del presidente del Gobierno, la única manera para frenarlo es mostrar a los coruñeses quién sabe y quién no sabe hacer, no solo por la experiencia que podamos tener en la administración sino por el conocimiento de la ciudad. Desde el minuto uno, mi equipo llega para trabajar, no para aprender a gestionar. Inés Rey ofrece más Marea y una pérdida de tiempo en aprender. No merecemos cuatro años más de inexperiencia.

—Para ser alcaldesa, ¿le van a hacer falta votos naranjas?

—Podría, no le digo que no. Sí le digo que, tal y como soy, tengo capacidad de entendimiento probada. Si enfrente tuviera una formación política que además de estar preocupada por la ciudad fuese moderada y de centro, por supuesto que hablaría con ellos. Uno de los mensajes que traslado a los coruñeses es que no pierdan la oportunidad de evitar la repetición de lo que ocurrió en las generales dividiendo el voto del centro-derecha, que la única opción para sacar a Ferreiro de María Pita es la de Beatriz Mato. Si votan al PSOE va a seguir Ferreiro. Y voy más allá: apelo a ese voto socialista moderado, al que desagrada muchísimo que su partido pacte con el populismo, y les invito a que se fijen en mi proyecto. Estoy convencida de que los socialistas de Paco Vázquez tienen más que ver conmigo que con Inés Rey.

—¿Es Vox una amenaza?

—En La Coruña, no. Ahora ni se les ve ni se les escucha. De los 10.000 votos que hubo en generales, muchos de ellos ya están arrepentidos y estoy convencida de que habrá voto de unidad.

—¿Sería capaz de entenderse con el PSOE si usted no obtuviera una mayoría absoluta?

—Este PSOE de La Coruña está muy radicalizado, lo ha demostrado votando a favor de retirarle al presidente Fraga el título de hijo adoptivo, un presidente elegido democráticamente en Galicia durante cuatro legislaturas y que hizo grandísimas cosas para la transformación de la ciudad desde la Xunta. Y me parece incluso más dañino el hecho de que mayoritariamente los coruñeses votaban a Fraga en las autonómicas. Es Inés Rey, esta socialista radical, la que dice que no quiere tener nada que ver conmigo. Ella pone líneas rojas, yo no.

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