GALICIA

El tuit también mueve mercados

Una tesis de la USC analiza la permeabilidad de las finanzas al sentir de las redes sociales y constata la influencia de la emoción

Pantallas informativas sobre la evolución de los valores en la Bolsa de Madrid Efe

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Más allá de cuentas de resultados, balances de actividad o proyecciones estadísticas se extiende un complejo sistema de emociones con capacidad de impacto en el comportamiento de los mercados. «Hasta no hace tanto tiempo las decisiones que se tomaban en el ámbito financiero respondían a enfoques más racionales, y se hacían en base a otros criterios, pero ahora se constata que las variables que tienen que ver con el inversor están íntimamente relacionadas con aspectos del ámbito de la psicología », expone Ángeles López Cabarcos, profesora de Organización de Empresas y Comercialización de la Universidade de Santiago (USC) y codirectora de la tesis de doctoramiento de Ada Pérez Pico «Analysis of the investor sentiment and its influence on financial markets behavior through social networks».

En ese nuevo campo de estudio referido al entramado de factores emocionales y subjetividades que envuelven la decisión de inversión —bautizado como finanzas conductuales—, las redes sociales se convierten en un instrumento potente, con «límites de influencia infinitos» . La capacidad de catapultar o hundir el valor de compañías a partir de la generación de sensaciones de confianza o de pánico global, explica López Cabarcos, no es nueva, pero sí lo es el efecto multiplicador de las redes. «Los mercados son hipersensibles a todo. Antes eran las noticias en prensa o en televisión. Hoy tenemos un megáfono que son las redes sociales, que empapan y lo contagian todo», ilustra la profesora de la Facultad de Administración y Dirección de Empresas del campus de Lugo.

A partir del análisis del sentimiento dominante en las opiniones vertidas en la red sectorial Stock Twits —una plataforma de medios sociales diseñada para compartir ideas entre inversionistas, comerciantes y empresarios— y de su correlación con la marcha objetiva de las empresas incluidas en el índice S&P 500 (el índice bursátil de Standard & Poor’s), el trabajo firmado por Pérez Pico, y dirigido por Ángeles López Cabarcos y Juan Piñeiro Chousa, confirma la relación bidireccional que opera entre el comportamiento de los mercados y el sentir de las redes sociales. «Lo que probamos es que el sentimiento que se deriva o emana de esas opiniones en redes influye en el mercado . También, lógicamente, que el mercado influye en el sentimiento, y que por tanto estamos ante una relación que es bidireccional», resume López Cabarcos.

Lejos quedan, apunta la profesora, los mercados plenamente eficientes definidos por el economista estadounidense Eugene Fama. «Hoy más que nunca si tú quieres adoptar posiciones exitosas y entender el funcionamiento del mercado tienes que separarte de los análisis racionales . La conclusión fundamental de este estudio es que hay otras muchas variables íntimamente relacionadas con los individuos y la subjetividad, más pertenecientes al ámbito de la emoción o del sentimiento, más cualitativas y no tan cuantitativas, que claramente influyen. Y esto era un aspecto desconsiderado hasta hace poco», expone.

El valor de la gestión de la reputación social de las empresas cobra pues una nueva dimensión a la luz de las finanzas conductuales. La atención a las redes, indica la profesora, se vuelve crucial «para detentar posiciones favorables en los mercados financieros y hacerte creíble y atractivo». «Atiende a las redes, cuida de tu reputación social porque habrá gente observándote que escribirá en función de lo que perciba , y el sentimiento que se extraiga de eso que escriba puede afectar a tu empresa, y los límites de influencia son infinitos», aconseja López Cabarcos, quien en cualquier caso, advierte sobre el riesgo de confundir la estrategia, e intercambiar causa y consecuencia. El foco, asegura, debería mantenerse siempre en la acción real de las empresas. «Las redes sociales son un instrumento, pero la empresa tiene que hacer las cosas bien y punto», afirma.

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