Coronavirus Galicia

Los músicos de la Sinfónica de Galicia graban desde sus casas una pieza de ánimo para superar la pandemia

«Se Nimrod, un rebelde, no te rindas», es el lema con el que los intérpretes de la orquesta coruñesa interpretan una de las páginas más famosas de las «Variaciones Enigma» de Elgar, que han publicado en su canal de YouTube

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A una buena orquesta no la oxida ni el confinamiento forzoso decretado por el estado de alarma. Eso debió pensar Mihai Tanasescu, violín de la Sinfónica de Galicia cuando hace unos días le pidió a sus compañeros que se grabaran, cada uno en su casa, interpretando su parte en una de las Variaciones Enigma de Edward Elgar y le enviaran el vídeo. Él lo montó, lo subió al canal de YouTub e de la orquesta y ha convertido a «Nimrod» en un mensaje de esperanza para todos aquellos que padecen esta reclusión obligada en cuatro paredes. «Sé Nimrod, un rebelde, no te rindas» , exclaman con su música los 42 intérpretes del conjunto gallego, uno de los más reputados de nuestro país.

«Tenemos mono de seguir haciendo música» , explica Tanasescu en conversación con ABC, «y como siempre fui un poquito friki de la tecnoogía, les pedí que me grabaran el vídeo». El proceso tuvo su ciencia. Primero estuvo la elección de la pieza, la novena variación de las «Enigma», «una de mis piezas favoritas de toda la historia de la música», confiesa el músico. «El año pasado la interpretamos en Bilbao y fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Es perfecta. Dura tres minutos y es una pieza muy solemne, dramática, y se puede interpretar como una página triste por toda la gente que está muriendo por la pandemia», explica, «pero también es muy optimista, esperanzadora, nos dice que todo va a ir bien . Por eso la elegí».

Acto seguido, hizo copias de las partituras de cada sección y las envió a sus compañeros, «y para sincronizarlos a todos usé el metrónomo» . Dado que a pesar de la fibra óptica, cualquier desajuste o retardo en una retransmisión puede arruinar una interpretación orquestal, Tanasescu optó mejor por «programar una pista de referencia al piano como guía, para que cada uno se pusiera unos auriculares, oyera la guía y tocara sincronizado con ella». Incluso envió un La para que todos los intérpretes afinaran el instrumento a partir de esta nota. Luego fue tarea de este violinista, doce horas después, de ensamblar las 42 pistas de audio y vídeo hasta conseguir el resultado final, que acumula más de 34.000 visitas en menos de una semana.

Captura del vídeo de los músicos YOUTUBE

«El éxito del vídeo es que la gente toca muy bien» , afirma en referencia a sus compañeros, «y puedo decirlo porque yo no salgo en él». «Cuantos más años llevamos tocando juntos, mejor nos conocemos y nuestro sonido se amolda al de los compañeros, y eso nos permite tener un sonido global como una gran familia. Y este vídeo me ha hecho observarlo más todavía», reflexiona Tanasescu. Lejos de quedarse quietos, los músicos de la OSG están a la espera de un nuevo reto, que en esta ocasión les planteará su director titular, Dima Slobodeniouk. «Justo ayer hablé con él y estaba alucinado con el resultado, y me preguntó si aceptaría otro desafío, y estamos a la espera de ver qué nos propone». Otra posibilidad en el aire es repetir esta experiencia pero con los miembros del Coro de la OSG, «y le estamos dando una vuelta».

Éxito viral

El éxito de la grabación ha sido casi inmediato. «Nos han llegado felicitaciones de Inglaterra, Italia, Francia o Austria» , apunta Massimo Spadano, concertino de la orquesta, «yo no lo había visto y cuando me lo mandaron por whatsapp acabé con lágrimas en los ojos. Mucha gente nos decía que no podían parar de escucharlo, que les había emocionado muchísimo». De nuevo, la magia de la OSG se despliega al oyente. «Desde la época de Víctor Pablo, que hizo sonar muy bien a la orquesta, la Sinfónica ha conseguido un sonido propio, una personalidad que es la que te diferencia de otros», y que se ha labrado en apenas tres décadas de existencia. Eso lleva a que despué de tres semanas de paro forzoso «nos lleguen muchos mensajes de aficionados que dicen echarnos de menos» .

Spadano, para quien también era la primera vez que participaba en una experiencia así, es partidario de «hacer más cosas» y buscar nuevas piezas para interpretar. «Es increible cómo una pieza de tres minutos consigue un espesor emocional tan grande» , subraya. ¿Y qué tiene la página de Elgar para emocionar con tanta facilidad? «No lo sé, es de esas composiciones en las que el autor da en el clavo y es capaz de llegar al corazón de todos, como el «Allegreto» de la Séptima de Beethoven. Estas Variaciones no son música fácil», previene, «pero dan en el clavo del sentimiento, hay algo de inspiración».

El concertino aprovecha para hacer una última y valiosa reflexión. «Fíjate qué casualidad», expone, «todo lo que necesita la gente en estos momentos, un sistema sanitario bueno que atienda las necesidades de los enfermos, y una cultura fuerte y de calidad, como un buen libro o escuchar música, es precisamente lo que han ido recortando todos los gobiernos, de todos los colores políticos». Y es consciente de que la vuelta a la normalidad exigirá sacrificios, incluidos los de una orquesta como la Sinfónica , porque «igual mucha gente no tiene la disponibilidad económica para volver a comprarse un abono de temporada para ir a conciertos». Él receta programas populares y una política de precios asequibles durante un año o dos hasta que la normalidad se reinstaura plenamente. «Todos tenemos que apretar y sacrificarnos», resume.

La iniciativa de la Sinfónica va teniendo «réplicas» en otros conjuntos. La Nacional de Colombia ha subido a la web su propia grabación también de la pieza de Elgar, al igual que las orquestas de Calgary y Edmonton ; la Sinfónica de Castilla y León no se ha quedado atrás y ha grabado un extracto de la «Oda a la alegría» de la Novena de Beethoven, al igual que la Sinfónica de Rotterdam , mientras que los músicos de la Orquesta de Toronto prefirieron la Primavera Apalache de Aaron Copland. Todos con un lema común: estamos unidos sin importar la distancia que nos separa.

En el epílogo del vídeo, un mensaje de ánimo: «La OSG no se rinde» . Con su música es más fácil mantener la lucha.

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