El ritual para abrir la Puerta Santa marcará distancia con un Xacobeo

El Jubileo de la Misericordia comenzará en Santiago con «un rito, solemne, pero sencillo» que pondrá el acento en esta actitud con el prójimo y se alejará del ceremonial utilizado para la apertura de la Puerta Santa en los años santos compostelanos. Dado que se quiere «marcar distancias» entre ambos —como explica Elisardo Temperán, maestro de ceremonias del santuario compostelano— se ha elaborado un ritual ex profeso para la eucaristía que presidirá el arzobispo Julián Barrio el domingo 13 a las 17.00 horas.

Aunque será una misa acorde a la importancia de un Año Santo Extraordinario declarado por el Papa Francisco, no habrá los fastos de un Xacobeo en los exteriores del templo, ni se colocará el habitual muro de ladrillos que el prelado rompe con un martillo.

Tampoco funcionará el botafumeiro. En su lugar, se comenzará con la lectura de la parábola de la oveja perdida antes de que una comitiva se dirija hacia la plaza de la Quintana a través de Platerías para abrir la Puerta Santa, que adquiere el nombre de Puerta de la Misericordia. En la procesión participarán los sacerdotes que concelebran, las autoridades que deseen asistir —entre las que no se espera al alcalde de la capital— y una veintena de personas en grupo como representantes de toda la archidiócesis.

Absolución del aborto

«Abrir las puertas a Cristo», proclamará Barrio. Ya de nuevo en el interior de la Catedral se acercará hacia el baptisterio para bendecir con el hisopo a los asistentes. De regreso al altar, se tendrá un recuerdo especial para la penitencia. Este punto es particularmente destacado, pues entre los curas que habitualmente administran este sacramento en el templo, el Papa ha designado cuatro «misioneros de la misericordia» que podrán, por ejemplo, absolver a quienes se arrepientan de haber practicado un aborto.

Al final de la misa, Barrio anunciará la «obra de misericordia» en la que la archidiócesis quiere volcarse durante este Jubileo. Tendrá como destinatarios a los más pobres y para llevarla a cabo pedirá la colaboración de todos los fieles. Por último, el arzobispo subirá a abrazar al Apóstol.

El deán Segundo Pérez, que compareció con Temperán para exponer este ritual, mostró la llave de la Puerta Santa con la garantía de que abrirá seguro, pues ya se ha probado. En su opinión, las grandes expectativas generadas en torno a este Jubileo obedecen a dos motivos:la «excepcionalidad» de este símbolo de la Catedral gallega y de la figura de Papa Francisco, quien lo ha convocado. «Todo el mundo siente como suyas sus llamadas y preferencias, incluso más los no creyentes», manifestó Pérez. Sobre la previsible ausencia del regidor en la ceremonia, recordó que «debe ser coherente con el programa de su partido» con independencia de que se esté o no de acuerdo con lo que propugna.

La Puerta Santa, que no se cerrará hasta el 20 de noviembre de 2016, estará abierta desde que termine la misa del domingo 13, hacia las 19.00 horas. El santuario prepara una programación especial para todo el Jubileo.