Mil quinientos clientes al rescate de una granja ecológica para que no tire sus yogures

En las cámaras de frío de Casa Grande de Xanceda, el segundo productor de leche ecológica de España, vuelve a haber sitio. Durante el fin de semana, 1.500 clientes se han desplazado hasta la granja para comprar directamente los productos , sobre todo yogures, que no pudieron llegar al supermercado a causa del paro de los transportistas . La primera semana de huelga, la explotación ganadera tenía 100.000 euros en mercancía listos para ser distribuidos. Pero los camiones no llegaron. Para no tener que tirarlos, decidieron organizar un mercado la mañana del sábado y el domingo.

«Tenía ganas de conocer el sitio y es una actividad distinta para un domingo soleado. Además es una forma de prestarle apoyo a esta gente, si se puede venir a recoger los yogures, mejor que mejor», explica Jorge Pardiñas, que acudió a Mesía desde Carballo (unos 40 minutos de viaje en coche) junto a sus dos hijos de 7 y 5 años. La familia de Mónica Gómez también se animó a conocer la granja y a comprar los productos que durante la semana pasada no encontró en los supermercados. «Venimos para colaborar por el tema de la huelga de camiones», explica. Gómez llevaba tiempo con ganas de conocer la granja en la que 300 vacas pastan en una extensión de 200 hectáreas de prados ecológicos. La explotación complementa la venta de sus productos con visitas guiadas los fines de semana a un precio de 5 euros. Es una actividad con gran demanda para familias. Los niños pueden tocar los terneros, pilotar un minitractor en un circuito a su medida o simular el ordeño de una vaca.

La primera semana de la huelga de transportistas puso en jaque a Casa Grande de Xanceda. Cada día llegan a la explotación unos 6 o 7 camiones a recoger mercancía. «Al principio no vino ninguno, esta semana llegó 1 o 2 camiones al día, pero el ritmo de distribución fue muy lento», explica Jessica Rey, responsable de comunicación de la explotación. Los almacenes estaban al límite de su capacidad y hubo que parar la fábrica dos días. «No había donde meter más yogures», indica. Para no tener que tirar ni la leche, ni el producto final, Casa Grande de Xanceda decidió rebajar un 10% los precios en su web, dado que el servicio de paquetería sí estaba funcionando, y organizar el mercado para liquidar con un descuento del 20% el resto. «Si sobrase algo lo mandaríamos a los bancos de alimentos, pero el problema es también transportarlos hasta allí», r ecalca Rey. De continuar con problemas de distribución si el paro de los transportistas no se soluciona, la empresa está estudiando repetir la experiencia el próximo fin de semana. «Más que ganar dinero tratamos de reducir pérdidas, tenemos 12 personas trabajando en el mercado», indica Rey, quien valora que la experiencia sirve, eso sí, para dar a conocer la explotación y fidelizar a los clientes.

A diferencia de la mayoría de explotaciones lácteas gallegas, que cerraron el año 2021 con unas pérdidas medias del 2,3%, Casa Grande de Xanceda logró beneficios. La explotación sorteó el alza de los costes de producción gracias a que apenas tiene que comprar piensos en los mercados para alimentar a las vacas. «El 60% de lo que comen es hierba verde de prados ecológicos», indica Rey. Además, les dan silo de maíz y hierba ecológica que cultivan en sus propias tierras. La otra receta para evitar vender la leche por debajo de los costes de producción pasa por transformarla y obtener valor añadido . En Xanceda los yogures y otros productos como el kéfir se elaboran a escasos metros de la sala de ordeño. Con una facturación anual de 9 millones de euros, en la explotación trabajan actualmente 50 personas . «Es una importante fuente de empleo para un ayuntamiento como el de Mesía en el que hay tres vacas por cada habitante», resume Rey.