NARCOTRÁFICO EN GALICIA

El primer narcosubmarino apareció en la ría de Vigo en 2006 y era de fabricación casera

El piloto que iba a recoger la droga en alta mar decidió no seguir la travesía porque no se fiaba de la seguridad de la nave

El semisumergible que intentaron utilizar los narcos gallegos en 2006 EFE

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El narcosubmarino descubierto este domingo frente a la pontevedresa playa de Hío no es el primer semisumergible que aparece en las rías gallegas. En 2006 una banda de narcotraficantes ya intentaron utilizar una nave similar para transportar cocaína , pero la operación acabó frustrada y con sus responsables entre rejas. El submarino empleado en esa ocasión había sido construido en Galicia y el piloto de la embarcación se amendrentó en el último momento y quedó abandonado en la ría de Vigo. Fue encontrado el 13 de agosto de 2006 entre la playa de Limens (Cangas) y las islas Cíes.

El transporte de droga mediante narcosubmarinos es una práctica habitual en América, pero en las costas europeas existen pocos precedentes, al menos detectados por la Policía. El primer intento documentado ocurrió en Galicia en el año 2006 y en 2011 la Audiencia de Vigo dictaba sentencia. En el fallo, la Justicia describe cómo se gestó la operación que acabó con seis condenados. La banda de narcotráficantes española contactó con proveedores en Sudamérica para introducir en España a través de las costas gallegas una cantidad que no se pudo determinar de cocaína. El medio de transporte sería un semisumergible construido para la ocasión. Uno de los detenidos, alias Palillo, se encargó de construir él mismo el artefacto . Además un yate iría de apoyo durante el trayecto. El 23 de febrero de 2006, el Palillo trasladó el submarino desde su domicilio en Gondomar a una empresa -Gruas Nansi, en Coruxo, Vigo- para terminar su construcción. De ahí, el artefacto pasaría a varias naves de la zona hasta acabar en Industrias Navales A Xunqueira, desde donde se efectuaría la botadura.

La idea era viajar hacia algún punto indeterminado en alta mar donde se traspasaría la cocaína procedente de Sudamérica, para ser descargada en Galicia . En la operación también estaban presentes narcos andaluces y se aportó financiación para la construcción del submarino. Según el fallo, en Madrid varios de los implicados recogieron 30.000 euros para pagar los costes de construcción a el Palillo . Hubo que sufragar también con otros 24.000 euros la botadura del semisumergible.

Una vez listo el artefacto, un narco sudamericano del clan que suministraba la droga viajó a Vigo para supervisar la operación. El piloto también llegó a Madrid el 2 de agosto y el Palillo lo recogió en el aeropuerto y lo trasladó a Galicia en coche. Todo estaba listo para comenzar la singladura, pero distintos problemas mecánicos de la nave frustraron unos días la operación . Finalmente el 12 de agosto, el narcosubmarino empieza su navegación por la ría de Vigo. Pero no llegaría muy lejos. El piloto no se fíaba de la seguridad de la embarcación y se negó a seguir el periplo. El Palillo decide entonces cambiar de planes. Deja abandonado el submarino en la Ría de Vigo «con la finalidad de simular su aprehensión por la Policía», narra la sentencia. Su idea era despistar a los investigadores y que los propietarios de la cocaína aceptasen hacer el transporte a través del velero.

Pero tras la aparición del narcosubmarino entre la playa de Limens y las islas Cíes, la banda de narcos leyó en la prensa que la Policía ya les seguía la pista. Sus planes se frustraron y finalmente los narcotraficantes fueron detenidos . Los acusados fueron condenados a penas de dos años de prisión por la Audiencia, que luego el Supremo elevaría hasta tres años y nueve meses de cárcel.

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