Casado advierte de que «no nos van a callar» y carga contra Calviño, «defraudadora fiscal» y «la más inepta»
El presidente del PP rechaza lecciones de los socialistas y ataca con dureza a la vicepresidenta primera, tras reclamar Feijóo «serenidad y sosiego»
Duro discurso de Pablo Casado contra el Gobierno y, particularmente, contra la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien la víspera le llamó «desequilibrado» -según confirmó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida-. Desde la localidad coruñesa de Abegondo, donde los populares celebran su junta directiva provincial, el presidente del PP ha advertido de que «no nos van a callar» y que «lecciones ni una» , además de calificar a Calviño como «la peor ministra de economía de la Unión Europea» y «la más incompetente de la historia de España», además de una «defraudadora fiscal».
Minutos antes, Alberto Núñez Feijóo le había advertido de que su «reto» es llevar a la política española «la serenidad, la responsabilidad y el sosiego» , frente a una España «instalada en la crispación permanente». Casado, en todo caso, ha señalado en su discurso que tanto el propio Feijóo como Juanma Moreno en Andalucía e incluso Mariano Rajoy, cuando aún no gobernaban, fueron contundentes en su labor de oposición.
Casado ha arrancado criticando el reciente viaje de Pedro Sánchez en Falcon, para asistir al congreso de los socialistas gallegos, y bendecir que la nueva presidenta «sea una persona envuelta en un turbio caso de nepotismo y corrupción», y de ahí ha pasado al último cambio en el gobierno, con la salida de Manuel Castells -« nadie conocía al que se ha ido ayer y nadie conoce al que viene »-. «Es como la novela de Diez negritos», ha ironizado en alusión al libro de Agatha Christie, «van cayendo». Y lo ha enlazado preguntándose qué ha hecho el Gobierno en materia educativa, citando el caso de Canet, «escandaloso», recordando la manifestación que tendrá lugar este sábado por parte de los nacionalistas, y saltando a la negociación de los presupuestos y las imposiciones lingüísticas de los socios catalanes de Sánchez. « ¿Hasta qué nivel de cerrazón hemos llegado? ».
Retóricamente, ha preguntado si «se puede tolerar» que se pida apedrear a un niño de cinco años, que « haya profesores con la instrucción de no djear ir al baño por hablar en castellano », que por esto mismo, en el recreo, «se les metieran piedras en la mochila », o que a los hijos de guardias civiles y policías nacionales «se les señale en clase y se diga que no pueden estar intregados».
La tarifa de la luz ha sido el siguiente reproche a Sánchez, recordando, « sin ánimo de crispar », ha puntualizado, cómo este exigía la dimisión de Rajoy por una subida del 8% y ahora la factura se ha disparado más de un 500% desde que está en La Moncloa. «¿Por qué no dimite él?», ha lanzado. «¿Es que el PSOE es de mejor condición que el PP? ¿Cree que tiene superioridad moral?». Lo que ha de hacer el PP, ha subrayado, es «denunciar esas mentiras» que vierte el Gobierno, como cuando el presidente aseguró que este año se pagaría la misma factura que en 2018, algo que el propio Sánchez «sabe» que es falso.
A partir de aquí, Casado ha entrado en calor y ha advertido de que no pueden «intentar amordazar» a su partido, con él al frente, «en aras de no sé qué moderación o no sé qué ausencia de confrontación», cuando su «obligación es decir la verdad», porque «le pagan como líder de la oposición para decir lo que el Gobierno está haciendo mal». « ¿Qué más puede hacer el PP?», se ha preguntado. «¿Pintamos el logotipo de rojo? ¿Directamente nos subrogamos a la disciplina sanchista? No, aquí estamos para ser alternativa y decir las cosas como hay que decirlas (…), nosotros tenemos que seguir en lo nuestro», ha apostillado.
Réplica a Calviño
Se esperaba una respuesta a Calviño y ha llegado en este punto del discurso. Y ha sido contundente. Casado ha criticado «ese falso disfraz de moderación y esa falsa apariencia de ministros que en público no dicen nada y que se reviste que son de tecnócratas, que no son afiliados. Sin embargo, lo en privado lo que hacen es insultar y es impedir el ejercicio democrático de la oposición parlamentaria, que es algo sagrado en el Estado de Derecho». Calviño, ha abundado, « esa que esa tan tecnócrata, transversal y buena gestora, resulta que insultó al PP » al exigir que se investiguen los abusos a menores tuteladas por gobiernos socialistas en Valencia y Baleares. « Yo sabía de Calviño que era una defraudadora fiscal, lo sabe toda España », ha lanzado su primer ataque, recordando el uso de una sociedad instrumental para la compra de una mansión y «defraudar impuestos», razón suficiente, ha dicho, para que Sánchez la «eche mañana».
A renglón seguido, ha añadido que «sabíamos que era la ministra de economía más incompetente de toda la historia de España», pero «también es la peor ministra de economía de la UE, lo ha dicho esta semana la OCDE» . Casado ha aprovechado par desgranar los últimos indicadores económicos y los informes de los distintos organismos, tanto nacionales como internacionales, remitiéndose especialmente a la enmienda del Banco de España a las previsiones del Gobierno, y que en cambio vienen a confirmar las advertencias que él mismo ha ido lanzando. « Y tenemos que callarnos, no vaya a ser que digan que crispamos. ¡Vamos, por supuesto que no! ».
En la recta final ha asegurado que llegará «hasta las últimas consecuencias» para que se haga justicia con los casos de abusos a menores tuteladas y ha asegurado que «los españoles van a recompensar» su forma de hacer oposición. «Ya lo están haciendo, por eso estamos a la cabeza en todas las encuestas. Por eso nos están atacando tanto , por eso nos quieren dividir, que hablemos de lo que a nadie le importa. ¡No caigamos en esa trampa! Vamos bien, pero eso es lo de menos. Lo mejor y más importante es que estamos más cerca de volver al Gobierno, volver a servir a los españoles y resolver los problemas y volver a recuperar el lugar que nunca debió de perder nuestro país», ha cerrado.
Mensajes de Feijóo
Casado ha hecho, en síntesis, una defensa de su labor en la oposición tras una intervención previa, de Feijóo, en la que el presidente de la Xunta y del PP gallego le había marcado como «reto» salir de la «crispación» y llevar a la política «la serenidad, la responsabilidad y el sosiego» , poniendo como ejemplo su gestión en Galicia y la forma de trabajar del partido en esta comunidad, «mejor que la tensión, la división y la agitación de otros lugares», ha remarcado.
Feijóo ha reivindicado en varias ocasiones ese modus operandi que imprime en Galicia, «una política serena y sosegada», consistente en «tomar decisiones complejas siempre, en situaciones complicadas», con un ejecutivo «unido», en una España con tanto ruido» y con un «Gobierno dividido y receloso entre sí». «Nada tiene de revolucionario la crispación», ha advertido, « hoy lo revolucionario es la serenidad, el sosiego, lo verdaderamente necesario para España es la reflexión, la tranquilidad, las decisiones meditadas », ha insistido.
Feijóo ha señalado abiertamente a Casado que se fije en el modelo gallego para encontrar esa brújula frente a la «tirantez permanente» que «surge de un error», «pretender extender al conjunto de España la tensión que el independentismo ha causado en las comunidades autónomas». Por último, ha advertido a Casado de que «ninguna investidura, ningún presupuesto y ninguna ley vale el coste que paga un partido como el PSOE, al abandonar sus principios históricos, su sentido del Estado y al lavar la cara de alguna de las peores partes de la historia política española». «No vale la pena, nunca debemos de hacerlo, y estoy convencido de que nunca abandonaremos nuestros principios por una legislatura o por ser presidente del Gobierno» , ha dicho a Casado en un discurso con fuerte carga interna.
