Los exdirectivos de Novacaixagalicia durate el juicio celebrado en la Audiencia Nacional en 2015
Los exdirectivos de Novacaixagalicia durate el juicio celebrado en la Audiencia Nacional en 2015 - EFE

El ocaso de la cúpula de Novacaixagalicia

Por primera vez la Justicia envía a prisión a antiguos gestores de las cajas de ahorros quebradas. Quienes durante años manejaron el sistema financiero gallego han dado con sus huesos en la cárcel

Santiago Actualizado: Guardar
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Fueron años dorados en los que los gestores de las ya extintas cajas gallegas manejaron a su antojo el sistema financiero en la Comunidad, aplicando un diseño bancario que pasados los años y de la mano de la reestructuración del sector evidenció las debilidades de una gestión con más sombras que luces. Tras 70 años de integraciones, transformaciones y absorciones, Galicia perdía el control sobre sus principales entidades. El 19 de diciembre de 2013 el mayor banco privado de Venezuela, Banesco, se alzaba como vencedor indiscutible de la subasta de Novagalicia Banco. Puso sobre la mesa 1.003 millones de euros. En junio de 2014 ya ejercía a todos los efectos como nuevo dueño de Abanca.

Pero si hay una fecha que se podría marcar como el inicio del ocaso de la antigua cúpula de Novacaixagalicia fue el 18 de octubre de 2010 cuando las asambleas generales de Caixanova, en Vigo, y Caixa Galicia, en La Coruña, se reunían por última vez en una cita histórica en la que se ratificaba el proyecto de fusión.

Se hacía en el marco de un estricto proceso de reestructuración financiera que tenía como máxima: menos bancos y más rentables. Su unión, alcanzaba los mínimos exigibles y recibía el respaldo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por 1.162 millones de euros. Hasta la fecha, el rescate de Novacaixagalicia ha costado al erario público 8.269 millones, más otros 511 millones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Fue entonces, en pleno proceso de fusión cuando José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada firmaron sus nuevos contratos de alta dirección. El escándalo fue mayúsculo al trascender que, pese a la difícil situación que atravesaba la entidad, cuatro antiguos cargos de la misma -García de Paredes devolvió el dinero- habían blindado su salida con prejubilaciones millonarias que oscilaban entre los 691.261 euros y los 7,7 millones de euros, para lo que contaron con la connivencia de su presidente Julio Fernández Gayoso.

Este último, que entró en la caja de ahorros con 34 años, fue escalando posiciones hasta convertirse en el presidente de Caixanova y posteriormente junto a Mauro Varela -procedente de Caixa Galicia- en coopresidente de la entidad fusionada. Con 81 años, Gayoso presentaba su dimisión irrevocable en 2012, tras conocerse la denuncia de la Fiscalía Anticorrupción ante la Audiencia Nacional contra él y otros cuatro altos cargos de las antiguas cajas gallegas por las indemnizaciones percibidas. En julio de 2015 se sentaría en el banquillo acusados junto al resto de directivos para responder por los supuestos delitos de administración desleal o de apropiación indebida.

La Audiencia Nacional los condenó a dos años de prisión por atribuirse a sí mismos indemnizaciones por valor de 19 millones de euros antes de abandonar en 2012 la entidad. Una condena por la que no es habitual entrar en prisión pero que en este caso se justifica el hecho de que ninguno de ellos ha devuelto por ahora las cuantías —14 millones reducida la devolución efectuada por García de Paredes que fue absuelto— que se les reclamaba en la sentencia de octubre de 2015.

La orden de prisión inmediata emitida por la AN este lunes pretende ser ejemplarizante. Por primera vez la Justicia envía a prisión a antiguos gestores de las cajas de ahorros quebradas. Quienes durante años manejaron el sistema financiero gallego han dado con sus huesos en la cárcel y solo el Constitucional podría salvarles.

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