CUMBRE POR EL FERROCARRIL DE MERCANCÍAS

El noroeste pone deberes al Gobierno: 3.100 millones para conectarse al Corredor

Galicia, Asturias y Castilla y León exigen concreción y respaldo al Estado para que la UE cofinancie el proyecto

Foto de familia del acto en Santiago, con Fernández, Feijóo y Herrera al frente MIGUEL MUÑIZ

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Como antes con la financiación autonómica o el problema demográfico, Galicia, Asturias y Castilla y León volvieron a sumar sus voces para reivindicar sus aspiraciones, y muy especialmente, alertar acerca de sus necesidades. Una de ellas es lograr que el Corredor Atlántico de Mercancías alcance la cornisa del noroeste y conseguir así que los puertos de interés general y los principales polos industriales de la región (incluyendo el norte de Portugal) conecten definitivamente con la red ferroviaria europea. De ahí la puesta en escena de ayer. En un acto celebrado en la Ciudad de la Cultura, ante un público sembrado de cargos políticos, representantes del mundo empresarial y sindicatos, los presidentes de los tres territorios reclamaron al Gobierno un desembolso de 3.100 millones en inversiones para hacer realidad el proyecto y empezar a mirar por el retrovisor de la historia un mapa con vías seculares.

En juego está la posibilidad de que Bruselas cofinancie a partir del 2021 buena parte del montante total de las obras , a través de su mecanismo «Conectar Europa». Sería la traca final a un camino plagado de obstáculos. En octubre del 2017, el noroeste firmó una declaración institucional contra la no inclusión del ramal en el Corredor Atlántico. Aquello se subsanó: el Gobierno de Rajoy aceptó incluir el proyecto en sus demandas ante la UE y finalmente se consiguió que la Comisión y el Parlamento aprobaran la prolongación del trazado hasta los puertos de La Coruña, Vigo y Ferrol, con sus respectivas desviaciones hacia los de Avilés y Gijón desde Venta de Baños (Palencia).

«Estábamos fuera y juntos conseguimos estar dentro», recordó en su intervención el presidente de la Xunta. Pero ahora lo que se pide es un «paso más», como recalcan fuentes de la Consellería de Infraestruturas . Según afirman, la demostración de unidad de ayer dejó al final un «planteamiento de inversiones» en la mesa del Ministerio de Fomento. Se trata de una hoja de ruta que solicita mejoras en la electrificación de las vías, la revisión de las estructuras y la ampliación de los gálibos, subsanar las pendientes superiores al 15%, facilitar las traviesas compatibles con el ancho de vía o mejorar la gestión del tráfico, entre otras propuestas. El objetivo es lograr una conexión«efectiva y eficiente» que permita la circulación de trenes de más de 750 metros, con las ventajas en términos de competitividad que ello acarrea. El margen de mejora es amplio: solo el 1% de todas las mercancías transportadas en la cornisa se desplaza a través de ferrocarril .

En el departamento encabezado por Ethel Vázquez recuerdan además que el ministro José Luis Ábalos se comprometió el pasado mes de octubre a diseñar un «plan director» para llevar ante Bruselas. Junto al noroeste (6,2 millones de habitantes; 12% del PIB) compiten también los proyectos del corredor Mediterráneo y todos los demás ejes transeuropeos de mercancías, lo que puede rebajar las expectativas de obtención de fondos comunitarios.

Más cooperación

Precisamente el de la primacía del balcón mediterráneo sobre el atlántico fue uno de los argumentos más repetidos ayer. «España aún hoy en materia de infraestructuras es hemipléjica» , declaró el castellano leonés Juan Vicente Herrera. «Existe desde hace décadas un riesgo de descompensación territorial en la red de infraestructuras, achacable a varias causas, como la pujanza del área mediterránea», le siguió su homólogo en el Principado, Javier Fernández.

Ante ello, las tres comunidades se recetaron unidad y cooperación: en definitiva, más y mejor uso de la España autonómica. «Nos mueve la defensa de nuestras industrias, la defensa legítima de la equidad», agregó Feijóo, anfitrión de un acto que sirvió para reivindicar una alianza «a favor de todos» y «en contra de nadie». «Hemos hecho de la cooperación nuestra forma de ser y estar en España y Europa. Mientras otros siguen optando por un destructivo aislamiento, Galicia, Asturias y Castilla y León apuntalábamos el edificio de la colaboración ». Las menciones implícitas al separatismo se repitieron en todas los discursos, y solo en el de Herrera se deslizó un pequeño dardo a aquellos que prentenden «dar pasos atrás en el modelo autonómico».

Llamadas a la unidad

Antes, sin embargo, agentes sociales, políticos y económicos tomaron la plabra para apelar a las infraestructuras como cauce del empleo y la fijación de población. «La fórmula creo que no estan complicada», aseguró el presidente de la Plataforma Atlántico Noroeste, « necesitamos proyectos tangibles y concretos; la demora ya no es buena ».

El presidente de la patronal de emrpesarios pontevedresa, Jorge Cebreiros, puso de relieve la situación de muchos negocios que ponen sus productos sobre raíles construidos en el siglo XX, mientras sus competidores operan con infraestructuras del siglo XXI. Si no se pone remedio, alertó, «no es el tren lo que se va a perder; es el futuro». Las arengas llegaron también de parte del presidente de la Fegamp, Alfredo García. «No hay salida, no hay alternativa: la única es el ferrocarril. Tenemos que ponernos todos con exigencia para que esto salga adelante ». O del secretario general de Comisiones Obreras en Galicia, Ramón Sarmiento, quien llamó a no caer en una situación como la de la Alta Velocidad: «Entre las primeras líneas AVE y las últimas, pasaron varias décadas».

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