En Marea se queda sola en la petición de dimisión a la Valedora do Pobo

No importa que Milagros Otero, la Valedora do Pobo, denuncie «el incremento significativo» de las quejas relacionadas con abusos bancarios; que haya atendido 25.528 expedientes más que el año pasado, o que considere «indigno» que los casos de pobreza energética no hayan encontrado todavía una salida. A Luís Villares le sigue pareciendo una «laudatio» de la institución hacia la Xunta.

El portavoz de la confluencia se quedó solo. Fue el único que pidió la renuncia de la catedrática en Derecho, después de afearle su comportamiento connivente con el poder. «Se critica a las administraciones como si fueran fenómenos atmosféricos que no tienen causalidad». Para él los motivos que han llevado a los gallegos a acudir ante su defensora formal están bien claros: los recortes.

«Todas las desigualdades tienen una causa». Y esa solo puede ser política.

A En Marea le chirría que el informe de gestión presentado ayer por Otero en O Hórreo no se ampare en una crítica hacia el PP; que no sirva de altavoz «a los que no tienen voz», o que no clame contra el «sonrojo absoluto» que a Villares le produce la falta de luz en los hogares.

Pero Paula Prado se prestó para ofrecer algunas respuestas. Lo hizo además recogiendo la polémica que desde hace meses enfrenta al rupturismo con la Valedora por sus críticas a la situación de los sintecho en Santiago. Villares es para la viceportavoz popular «el cartero de Noriega». El encargado de replicar la «pataleta» y el «berrinche» que el alcalde de Compostela Aberta alimenta a menudo con declaraciones como las de ayer, en las que agradeció lo que considera como una «rectificación» de Otero, aunque esta llegue «tarde, mal y a rastras», informa Europa Press.

Durante su intervención en la tribuna, la catedrática aseguró que el gobierno de la capital gallega «parece haber adoptado» las recomendaciones que motivaron el choque. Deslizó también, sin mencionar directamente a ninguna fuerza política, los intentos por «deslegitimar» la labor de la institución que dirige.

Mandíbula de cristal

La independencia del órgano de fiscalización es algo que debe alejarse de todo debate partidista, mantiene el PPdeG. Eso se restringe a la labor «de los grupos parlamentarios», apostilló Prado, volviendo a incidir en la mandíbula de cristal de En Marea y en el nivel parlamentario de Villares: «Cuando alguien es crítico con ustedes, reaccionan con un ataque personal. Parece mentira que eso venga de un juez que representa la justicia democrática», le espetó.