Juicio Diana Quer

Fiscalía y acusación insisten: el Chicle se llevó viva a Diana para violarla y matarla en la nave

Coinciden en que hay indicios más que suficientes para condenar a Abuín por asesinato, detención ilegal y agresión sexual, lo que implicaría la pena de prisión permanente revisable. No hay versión alternativa, aseguran. La defensa y el acusado tomarán la palabra este martes

Caso Diana Quer: el veredicto sobre el juicio a El Chicle en directo

El letrado de la acusación, Ricardo Pérez Lama, durante su intervención de este lunes EFE

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Lo que debería haber sido el último día de vista por el crimen de Diana Quer habrá de tener una continuación este martes. Los alegatos de fiscalía y acusación particular consumieron la sesión matinal, incidiendo una y otra vez con insistencia en que el juicio ha dinamitado todos y cada uno de los elementos de la versión de los hechos de José Enrique Abuín , cuya defensa tomará la palabra este martes para sus últimas conclusiones. No se descarta que el propio acusado, haciendo uso del turno último de palabra, se pueda dirigir al jurado en cuyas manos estará una vez se establezca el objeto del veredicto, y que este lunes ha asistido a un ataque frontal de las acusaciones a su relato.

Tanto para la fiscal Cristina Margalet como para el abogado de la acusación, Ricardo Pérez Lama, el Chicle abdujo a Diana en A Pobra, la introdujo viva aunque inconsciente en el maletero de su coche y se la llevó a toda velocidad a la nave de Asados, «su guarida», para abusar sexualmente de ella, posteriormente asesinarla y esconder su cadáver con dos pesos en un pozo, de donde se recuperó su cadáver 500 días después. «El acusado quiere hacerles creer que no agredió sexualmente a Diana» , anticipó Pérez Lama a lo que este martes muy probablemente dirá la defensa, «y eso no se lo cree nadie, ni él; las pruebas practicadas son muy tozudas».

El reparto de papeles entre acusación y fiscalía ha parecido claro. Durante dos horas y media, la representante del ministerio público protagonizó una intervención didáctica, muy meticulosa y técnica —excesivamente, incluso—, acerca de las pruebas que desmontan la versión del acusado, referenciándolas con cada página de los distintos informes y documentación que se ha proporcionado a los jurados. Para Margalet, Abuín «c omete estos crímenes por pura maldad, tiene perfil de depredador sexual. No siente pena, compasión, ni culpa. Solo busca hacer con su presa lo que quiera. Va a por la que considera la más vulnerable».

Ricardo Pérez Lama ha asumido asumió un papel de durísimo acusador, con vehemencia y rigor . Contra las prevenciones que pudiera tener el jurado a la hora de servir un veredicto que derive en la prisión permanente revisable —dado que la pena la impondrá el magistrado Ángel Pantín, de acuerdo al fallo popular—, el abogado aseveró que «la única pena perpetua que existe aquí es la que tienen los padres de Diana y la hermana , porque la pena será para siempre». «Cuando miren esas fotografías», ha afirmado, «pongánle cara. Es la de Diana Quer López-Pinel».

El relato de Pérez Lama se ha basado en lo que considera que es un modus operandi puesto en práctica por vez primera con su excuñada Vanesa , cuya denuncia por presunta agresión sexual se investiga en un juzgado de Noia (La Coruña), pero que en este juicio desgranó que la subió a un coche bajo amenaza y la habría violado usando preservativo en un lugar en mitad del monte. Diana habría sido la siguiente y la chica de Boiro la tercera. El intento fallido de este último caso , a finales de diciembre de 2017 y ya juzgado con sentencia firme, fue lo que detonó la detencie Abuín, que acabó por confesar la muerte de Diana una vez estaba en dependencias policiales. «Acechar y asaltarlas es su marca de la casa» , apuntó el abogado de la acusación.

«La guarida»

«El acusado asaltó a Diana en A Pobra y la llevó a una nave abandonada en Asados. Y el único fin era agredirla sexualmente», ha repetido varias veces el letrado, «Allí en esa nave abandonada, teniendo a Diana a su merced, la tenía atemorizada, indefensa, incomunicada y sin posibilidad alguna de defenderse . Y él lo sabía perfectamente. Allí la desnudó y la agredió sexualmente» en un lugar «tétrico» que imponía «hasta a un guardia civil» que así lo testimonió en sala. «La escena del crimen es una escena organizada», ha explicado Pérez Lama, «el acusado fue a cazar, y lleva a su presa a su guarida, a donde se siente seguro. La lleva allí para forzarla», y por último «la mata porque él sabía perfectamente lo que sucedería si la deja viva. Se estaba jugando doce años de cárcel. Había aprendido lo que pasó con su cuñada. Es una lección aprendida y evoluciona». «La mata para que no descubran su fechoría», ha concluido .

Apoyándose en los informes técnicos de los peritos, que han comparecido durante las diez sesiones que ha durado el juicio, fiscal y acusación ha dejado patente que en la noche del crimen Abuín no estaba robando gasolina porque en la rúa Venecia no había trailer alguno del que sustraer combustible , y que por tanto era «imposible» que Diana lo hubiera sorprendido. «El acusado la estuvo siguendo en coche desde que le dijo "morena ven aquí", la adelantó, la esperó en el callejón, la acechó en el lugar más oscuro (...) la golpea con un objeto metálico» y «l a amordazó y la golpeó para tener a Diana a su merced ».

La fiscal recordó cómo los investigadores encontraron bridas y cinta adhesiva durante el registro del vehículo de Abuín, meses después del crimen, y que su exmujer reconoció que habitualmente llevaba en el Alfa Romeo una suerte de palanca o gato de cabra, que habría sido el arma contundente. «Diana iba viva en el maletero de su coche durante los 25 minutos de trayecto hasta la nave . Limpió el maletero como desmotraron los agentes de química, que determinaron la presencia de productos densiactivos en el vehículo. Circuló a gran velocidad para consumar la violación y el asesinato», ha aseverado Cristina Margalet. «Si Diana estuviera muerta, no habría necesidad de maniatarla ni amordazarla», apuntó Pérez Lama.

La violación

Ni fiscalía ni acusación tienen dudas acerca del elemento clave de todo el juicio. « El informe del móvil del acusado lo sitúa al menos una hora y veinte en la nave. ¿Haciendo qué?», se ha preguntado Pérez Lama, «y o la respuesta la sé. Y él elude la explicación. Pero no se dejen a engañar. Pregúntense haciendo qué estuvo allí una hora y veinte minutos mínimo». Además, la acusación ha incidido en que «un depredador» como Abuín sabe borrar su rastro empleando preservativo y sumergiendo el cuerpo en un pozo para lavar cualquier traza de ADN que pudiera quedar. «Habría sido un milagro encontrar rastro tras 500 días en el agua». La fiscalía ha recordado que los investigadores determinaron que Abuín limpió a conciencia el maletero del coche usando «productos densiactivos» específicos.

Margalet y Pérez Lama han concedido plena validez al Teorema de Bayes aplicado a la probabilidad de que Abuín hubiera violado a Diana, que arroja un porcentaje del 99,9999 por ciento, y a ello han sumado el «edema en la vulva» detectado en la revisión de la autopsia que hizo el forense Blanco Pampín, y que este experto patólogo atribuyó a «un acto sexual con violencia». «No hay una hipótesis alternativa», ha descartado el abogado de la familia Quer.

Las acusaciones han minado además el camino que transitará este martes la defensa, cuando recurra a la duda razonable para intentar salvar al Chicle de una dura pena. En su opinión, es asesinato y no homicidio porque concurre la «alevosía» , dado que Diana estuvo «indefensa, aislada, maniatada, sin posibilidad de escapatoria, sin visibilidad» en aquella oscura nave; pero también hubo «ensañamiento psicológico» al someterla «a un terror innecesario», al llevarla forzada a un lugar «sacado de una película de terror», y por último cometió el crimen para ocultar otro, referido a la violación . Pérez Lama introdujo aquí el agravante de violencia de género. Además, rebatieron que al Chicle se le pueda aplicar el atenuante de confesión —tras los 500 días que mantuvo escondido el cuerpo— o de cooperación con la justicia, después de que facilitara versiones falsas cuando fue detenido. «Mentiras, mentiras y más mentiras», ha resumido la acusación.

Este martes será el turno de la defensa y, si así lo considera, del propio acusado. Cuando fue juzgado por el intento de violación y secuestro de la joven de Boiro, contra todo pronóstico, tomó la palabra y pidió disculpas «a los familiares de la chica de Madrid». Por lo pronto, su defensa ha modificado parcialmente su calificación de homicidio imprudente a «homicidio con dolo eventual » pero solo «en el caso de que el acusado fuera consciente de la fuerza que ejercía sobre la víctima y de la posibilidad de causarle la muerte», con lo que la pena sería de entre cinco y siete años de prisión.

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