Los ganaderos pierden un euro por cada kilo de ternera gallega suprema

Los productores de ternera gallega suprema llevaban tiempo denunciando que los costes de producción asfixian al sector . Un estudio de la Consellería de Medio Rural, en colaboración con la Fundación Juana de Vega, ha puesto cifras concretas encima de la mesa. Tras el brutal incremento sufrido en los cereales para alimentar al ganado a consecuencia de la guerra en Ucrania actualmente pierden en el entorno de un euro por cada kilo de carne que producen .

«El precio mínimo estimado de venta tendría que ser de 6,20 euros por kilo cuando los precios que reciben oscilan entre los 5,10 y 5,20», explicó esta mañana en rueda de prensa el titular de Medio Rural, José González. El conselleiro resaltó que el sector vacuno de carne está «en una situación de venta a pérdidas generalizada» y que se incumple la Ley de Cadena Alimentaria , que prohíbe precisamente que los ganaderos reciban menos dinero de lo que les cuesta producir.

La situación lleva tiempo arrastrándose. El año pasado, según el estudio, los 7.266 productores vendieron el kilo de carne a unos cinco euros de media. Pero deberían haber recibido 5,65 euros para poder hacer frente a todos los costes. Pero en 2022 tras la invasión rusa los precios se han desbocado. Ucrania suministra la mayor parte de los cereales que sirven para alimentar el ganado y la guerra ha frenado las exportaciones con lo que los precios se han disparado. El maíz es este año un 35 % más caro, el trigo casi un 29 % y la cebada otro 33 % . La alimentación de las reses supone más de la mitad de los costes que necesita cada explotación. Supone el 54 % del total. A ella hay que sumarle otro 21, 6 % de subida en la electricidad, gas y otros combustibles.

«Tenemos que trabajar claramente en la valorización, en que suba el precio», resaltó González , quien incidió en que el objetivo es que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria. El conselleiro recordó que la semana pasada el Consello de la Xunta aprobó una campaña publicitaria, con un presupuesto de 1,4 millones de euros, para trasladar al consumidor la importancia de la ternera gallega suprema. El sello certifica a la carne de mayor calidad y se trata de una ganadería en extensivo donde las vacas pastan en prados, lo que ayuda a la gestión medioambiental del territorio.

Tras la publicación del informe las organizaciones agrarias reclaman que empiecen a subir ya los precios que se pagan a los ganaderos. «A partir de ahora, teniendo ya unos costes de referencia para el sector, ningún matadero gallego, ninguna cadena de distribución gallega, que firmaron voluntariamente el protocolo del acuerdo de la carne podrán pagar a partir de la semana que viene por debajo de los 6,20 que son los costes de producción», subrayó el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, en declaraciones a los medios. Tras la rueda de prensa celebrada en Santiago, el conselleiro se reunió con los representantes del sector.

González reconoció que a corto plazo es necesario establecer ayudas directas para evitar la quiebra de las explotaciones. Antes del 30 de junio los productores de ternera gallega suprema recibirán 60 euros por vaca del paquete de ayudas del Gobierno central. El conselleiro prometió que la Xunta va a complementar estas ayudas con fondos propios, pero no desveló a cuánto ascenderán los importes finales. Sólo remarcó que se está trabajando en ellas y que el objetivo es que puedan cobrarse en el segundo semestre de este año. Las organizaciones agrarias consideran que «no debería de haber una ayuda inferior para la carne que para la leche». Según explicó Roberto García, las ayudas que deberían recibir los ganaderos de suprema deberían llegar a los 180 o 200 euros por vaca, por lo tanto piden a la Xunta que otorgue entre 120 y 140 euros de fondos propios por vaca.

Entre las medidas de la Xunta para apoyar al sector está la posibilidad de adelantar el cobro de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) sin costes financieros o una línea de créditos específica para poder contar con liquidez. González recordó que a largo plazo las explotaciones tienen que ir ganando base territorial para poder cultivar en Galicia los cereales para los piensos. De esta forma, además de rebajar los costes, podrían también recibir más dinero de la PAC , ya que la UE concede las ayudas en base a la superficie cultivable.