PRESUPUESTOS DE LA XUNTA

Galicia responde al «impuestazo» de Sánchez con más gasto social y cuatro nuevas rebajas fiscales

Feijóo defiende unos presupuestos expansivos pero «prudentes» frente a la «inseguridad» del Gobierno

La Xunta contará con 363 millones más, de los cuales 203 se destinarán a reforzar la sanidad y la educación

El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, en rueda de prensa XUNTA

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Galicia aprobará sus presupuestos «en tiempo y forma». «Como siempre», recordó Alberto Núñez Feijóo. La estabilidad de la que presume la Xunta se ha convertido en un valor al alza dentro de la política nacional, y así, con mensajes dirigidos a la fragilidad del gabinete de Pedro Sánchez, transcurrió ayer la presentación de los presupuestos autonómicos del 2019, los más altos desde el 2010. La Comunidad dispondrá en total de 9.850 millones —un 3,8% más;363 millones— que destinará a dos objetivos principales: el refuerzo de los servicios públicos y la apuesta por las políticas de empleo. Las cuentas, que aterrizan hoy en el Parlamento, incorporan además hasta cuatro nuevas rebajas fiscales.

En el Pazo do Hórreo no habrá las turbulencias políticas que se auguran en Madrid. Los polos, de hecho, no pueden ser más opuestos. Mientras en Galicia las cuentas se aprobarán gracias a la mayoría del PPdeG; Sánchez tendrá que tocar en la puerta del PNV y el separatismo catalán. Mientras la Xunta insiste en su estrategia de rebajas fiscales —ayer otra ronda—; el Gobierno pacta con Unidos Podemos un marco en el que sube más de 3.500 millones los impuestos las empresas y 670 millones a usuarios del diésel. Y mientras la Comunidad dedica cada vez menos dinero a los intereses de su deuda; el Estado incrementará cinco décimas su objetivo de déficit y se propone disparar el gasto público en 5.000 millones.

El resumen lo ofreció Feijóo. «Estos presupuestos son expansivos pero son prudentes. Lo más sencillo sería incrementar la deuda, pedirle a los gallegos que paguen más, pero nos parece que esta receta puede suponer pan para hoy y hambre para mañana », sentenció. «Los gallegos se negaron a reproducir la inseguridad jurídica y económica a nivel nacional». Y es que por encima de todo el equipo económico de la Xunta tiene dos «prioridades claras»: se trata de «consolidar la recuperación», sí, pero intentando no «comprometer la recuperación» echando gasolina al fuego de la desaceleración global.

Previsiones y gasto social

De hecho, el escenario macroeconómico que perfilan en Facenda habla de una contracción generalizada del mercado, aunque el impacto va por barrios. El departamento de Valeriano Martínez prevé que Galicia cierre el año con un crecimiento del 2,8% del PIB, frente al 2,6% del conjunto de España . Y lo mismo para 2019. La Comunidad medraría un 2,5%, dos décimas por encima de la media estatal. Sigue en pie la meta de alcanzar el equilibrio presupuestario —déficit cero— en 2020. Y el ahorro en intereses de la deuda volverá tocar suelo: esta vez, se pagarán cinco millones menos.

El desempleo, por su parte, resbala por una pendiente descendente, aunque no todo lo inclinada que se preveía. El objetivo es que el desempleo se sitúe a finales del año que viene en el 12,7, y por ello, el Gobierno gallego dedicará 50 millones más (12,3%) para ayudar a las personas sin trabajo a encontrar un hueco en el mercado. Los que ya lo tienen, como los funcionarios, verán incrementado su salario un 2,4 de media si finalmente el Estado da el visto bueno, vía Presupuestos o mediante decreto.

Esa es una de los principales marcas que la Xunta quiere imprimir a sus cuentas. La otra tiene que ver, principalmente, con el gasto social. En cifras, de los 363 millones «extra» que manejará la autonomía, 270 millones se concentrarán en reforzar los servicios públicos esenciales . Es decir, 203 los absorberán la sanidad y la educación, y el resto se repartirán entre las partidas destinadas a la dependencia, la natalidad e incluso un nuevo pico (3,1%) de los fondos de la Risga.

Menos impuestos

Ya lo había anunciado el presidente durante el debate del Estado de la Autonomía, pero el avance cobró forma ayer. Galicia seguirá sin soltar la tijera tributaria. Después de aplicar los «impuestos cero» en el rural o rebajar el IRPF en 2016, ahora la Xunta pone en marcha otras cuatro medidas de gracia. A partir de enero, con la entrada en vigor de las cuentas, se rebajarán las tasas para la compra de vivienda habitual usada —hasta el 25% en menores de 36 años, mujeres o discapacitados—, se recortará el impuesto de Sucesiones entre hermanos —quedarán exentos el 60%—, se revertirá la subida del impuesto de Patrimonio de 2013 y se aumentará el límite de las deducciones del IRPF para inversiones innovadoras.

Por último, la ley de medidas fiscales que acompaña a los presupuestos incluirá exenciones fiscales para los afectados por la explosión de Tui, la rebaja del canon de Sogama, medidas para favorecer el anonimato y traslado de funcionarias víctimas de violencia machista, o la ampliación del permiso de maternidad de 22 a 24 semanas.

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