Galicia monitorizará su problema demográfico de forma permanente

El mayor problema de Galicia, de presente y de futuro, es el progresivo envejecimiento de su población como consecuencia de la baja natalidad y del aumento de la esperanza de vida. El Gobierno autonómico lanzó hace ya tres años un plan para trabajar por paliar esta situación a través de distintas medidas y ayer dio un paso más con la creación de un Observatorio de Dinamización Demográfica. Este organismo servirá para monitorizar de forma permanente la situación.

Adscrito a la Consellería de Política Social, de él saldrán propuestas y recomendaciones derivadas del análisis diario de las dinámicas poblaciones que experimenta la región. Servirá para estudiar cómo funcionan acciones puestas en marcha por la Xunta y otras administraciones y si, en efecto, se logran con ellas los resultados esperados.

Se encargará de recopilar de manera constante iniciativas puestas en marcha en cualquier país, pues como comentó Alberto Núñez Feijóo tras el Consello de la Xunta donde este observatorio fue aprobado, el demográfico «es el primer problema del continente. En Europa debería hablarse más de esta cuestión. Si no lo arreglamos cada día será peor». El presidente gallego hizo esta reflexión después de reconocer que, pese a cualquier esfuerzo que haga desde su departamento, «este es un reto que superar a un Gobierno autonómico. No hay que tener miedo a aceptar que tenemos un gravísimo problema», insistió.

Este observatorio estará adscrito a la Consellería de Política Social, cuyo titular será su presidente. Será obligatorio que se reúna en pleno al menos una vez cada seis meses. Con él, distintas entidades podrán intercambiarse información y solicitar informes que ayuden a establecer políticas públicas en este ámbito. También dirigirá proyectos piloto, promoverá foros de debate y, una vez al año, elaborará un informe sobre la situación demográfica en ese preciso momento.

Cascos históricos habitables

Este nuevo organismo de monitorización no fue la única medida impulsada ayer por el Ejecutivo gallego en materia demográfica. Feijóo anunció también la aprobación de un plan para que los cascos históricos de pequeñas villas pueden mejorar su conservación y garantizar que sigan siendo habitables, con lo que se pueda fijar en ellos población y evitar su abandono por parte de potenciales vecinos.

Entre otros, Feijóo citó Betanzos y Muros (en La Coruña), Tui (en Pontevedra), Monforte de Lemos (en Lugo) y Ribadavia (en Orense) como ejemplos de localidades en las que se pondrán en marcha estos planes. «Si somos capaces de rehabilitarlos, podremos fijar población», expuso.

La intención es, en primer lugar, realizar un estudio pormenorizado de la situación de cada centro y barrio histórico, de lo que se encargará un equipo universitario con especialistas procedentes de distintas disciplinas. Ese trabajo servirá después para proponer una estrategia general «para la promoción, el uso y la conservación de estos conjuntos, siempre desde el concepto de sustentabilidad y protección del patrimonio», manifestaron fuentes del Gobierno autonómico. Habrá ayudas para la rehabilitación y mejoras en los suministros de energía.