El Gobierno autonómico anunció una inversión de 2,6 millones de euros para plantar un millón de castaños
El Gobierno autonómico anunció una inversión de 2,6 millones de euros para plantar un millón de castaños - MUÑIZ

Galicia se gusta más verde

La reciente decisión de la Xunta de plantar hasta un millón de castaños en mil hectáreas es un paso más en la línea iniciada con ejemplos como el Camino de Santiago, que se repoblará con especies autóctonas hasta 2020, o el Bosque de Galicia, un nuevo pulmón en Compostela. Mientras, se ultima la revisión del Plan Forestal

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Iba en serio aquel comentario irónico de Alberto Núñez Feijóo cuando, en el último comité ejecutivo del PPdeG, afirmó que donde otros plantan escaños, él y los suyos ponen castaños. Menos de veinte días después, dicho y hecho: la Xunta anuncia 2,6 millones de euros destinados a sembrar un millón de árboles de esta especie autóctona en el rural de la Comunidad, lo que supone casi mil hectáreas de superficie. Sostenibilidad medioambiental y aprovechamiento económico se dan la mano en una medida que no es aislada y que en breve se podría ampliar, pues en estos momentos se están analizando las propuestas cerradas el pasado diciembre para la revisión del Plan Forestal de Galicia, que fue aprobado en 1992 y cuya revisión se ha visto necesaria al haber pasado casi un cuarto de siglo.

Si un color puede describir a Galicia, además del azul de sus rías y costas, es el verde. Y la región se quiere verdear aún más. Por convicción y por realidades como que la naturaleza es la principal razón por la que los turistas eligen visitar su territorio. Ahí están, entre otros muchos exponentes, esa «rareza botánica» que es el bosque de laureles de la Isla de Cortegada;o el bosque atlántico costero más importante de Europa que supone las Fragas do Eume; o la potencia mundial que representan las Rías Baixas con su multitud de camelias.

Para profundizar en el verde más «enxebre», el verde auténticamente «do país», las sugerencias recogidas en la citada revisión del Plan Forestal apuntan hacia la necesidad de aumentar la superficie arbolada actual, de 1,4 millones de hectáreas, y «poner en valor la no arbolada». El documento recoge aspiraciones concretas que deberían implementarse en opinión de sus autores: un incremento del 16,2% del terreno ocupado por el pino del país (Pinus pinaster), del 14,1% del pino silvestre (Pinus sylvestris) y del 12% del pino insigne (Pinus radiata).

Las directrices ahora en estudio también abogan por «aumentar decididamente la superficie arbolada de frondosos caducifolios». Como ejemplo, se anima a fomentar la plantación o regeneración del castaño silvestre o híbrido (Castanea spp.), el roble (Quercus robur), el cerezo (Prunus avium), el nogal (Juglans spp.), el fresno (Fraxinus spp.) y el abedul (Betula spp.).

Santiago acaba de estrenar 7.030 árboles en el «Bosque de Galicia»
Santiago acaba de estrenar 7.030 árboles en el «Bosque de Galicia» - M. M

También en el Camino de Santiago se llevan a cabo actuaciones para mejorar el paisaje. La planificación aprobada el pasado año para perfeccionar la ruta de cara al Xacobeo 2021, y adaptarla a una afluencia de peregrinos cada vez mayor, tiene entre sus prioridades la plantación de árboles, arbustos y especies herbáceas autóctonas, además de restaurar con vegetación sus márgenes. Experiencias similares están ya en marcha en la meta de la peregrinación. Compostela —una ciudad con 2,2 millones de metros cuadrados de patrimonio natural y con más de 30.000 árboles— acaba de estrenar el «Bosque de Galicia» en las laderas del Gaiás, el monte que acoge la Ciudad de la Cultura. Son 24 hectáreas en las que ahora crecen 7.030 robles, sauces o abedules, entre otros. No muy lejos, el Monte do Gozo, con 57 hectáreas y que es el primer punto desde el que se divisa el santuario del Apóstol, se recupera del olvido con una intervención parecida.

A vueltas con el eucalipto

Uno de los puntos más debatidos en el Plan Forestal, incluso desde posturas ideológicas en la tribuna del Parlamento, es el que tiene que ver con el eucalipto. «Debería mantenerse o reducirse su superficie arbolada de acuerdo a las necesidades de la industria», señala el informe. Un decreto del Gobierno autonómico ya regula las nuevas plantaciones de este árbol de rápido crecimiento, pero señalado como especie «invasora». Si superan las cinco hectáreas, precisan ser autorizadas antes por la administración salvo «en los supuestos de reforestación o regeneración de masas preexistentes de eucaliptos, o cuando la reforestación este incluida en la planificación de un instrumento de ordenación o gestión forestal aprobado por la administración».

De forma particular se pretende relanzar el Eucalyptus globulus frente al Eucalyptus nitens, más resistente. Esta opción se busca especialmente en zonas costeras, aunque en general la regulación tendrá en cuenta «criterios productivos, estacionales o en función de la demanda», pero «estableciendo índices en cada zona, así como prohibiciones o fomentos específicos».

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