Galicia, al borde de la emergencia por sequía

El Gobierno gallego obligará a los ayuntamientos a contar con protocolos de actuación por si se agrava la falta de precipaciones: la peor en los últimos sesenta años

Embalse de Eirás, que abastece a la ciudad de Vigo EFE
Mario Nespereira

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El Gobierno gallego asume que la situación de emergencia por sequía es un escenario «más que problable» . A estas alturas , los datos son testarudos: los embalses acogidos bajo la demarcación Galicia Costa están al 43% de su capacidad (un 26,4% menos que el año pasado), y las reservas de agua apenas dibujan un horizonte de 90 días sin tener que aplicar restricciones por horas. El panorama, el de la peor falta de precipitaciones en las últimas seis décadas, es «desolador» , como ha reconocido Alberto Núñez Feijóo este miércoles, momentos después de que la reunión semanal de su equipo analizara las primeras medidas de choque para garantizar el abastecimiento.

Todo está incluido en el Plan de la Sequía del 2013; pero no todos lo siguen al dedillo. La Xunta mira especialmente los concellos como actores principales de esta misión. Es la administración local la encargada de gestionar el abastecimiento de aguas; y por tanto, también es la responsable de garantizar las medidas de ahorro propuestas por las instancias autonómicas, como reducir un 10 por ciento el consumo no prioritario. Pero no siempre se cumple: «Ni los ayuntamientos ni los ciudadanos tienen esta percepción (el ahorro) interiorizada» , ha lamentado el jefe del Ejecutivo autonómico, muy crítico con la falta de transparencia y de coordinación entre las autoridades. Las facturas de consumo, ha señalado, no coinciden con el supuesto compromiso de los ayuntamientos: «Llamo la atención sobre esto, porque no es cuestión de ir engañando una administración a otra, y así sucesivamente».

Por eso el Gobierno gallego quiere incrementar la tutela sobre los concellos díscolos. Tal y como ha anunciado la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, los municipios de más de 20.000 habitantes tendrán que contar obligatoriamente con un plan de emergencia ; al igual que los que estén por debajo de este umbral, aunque a cambio recibirán la ayuda de la Xunta. Además, requerirá a las empresas concesionarias que indicen dónde y en qué condiciones se pueden llevar a cabo obras hidráulicas urgentes para mejorar el suministro, como ya sucede en La Coruña.

Todos estos puntos afectarán allí donde la autonomía es competente sobre las cuencas (51 concellos en total), pero propondrá igualmente a la Fegamp y a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que tomen ejemplo. El tiempo apremia y el plazo de noventa días pueden estrecharse: «Si ocurre lo peor —ha añadido Feijóo— tenemos que estar preparados para respuestas ágiles». Y esas respuestas, con toda probabilidad, provocarán disrupciones en la indsutria, en las empresas y los hábitos de los hogares. «La medida que tiene un efecto inmediato es ahorro, ahorro y ahorro» , ha incidido Mato.

Las reuniones se intensificarán en las próximas semanas. El lunes está prevista una nueva reunión de la oficina técnica de la sequía , y el Consejo Nacional del Agua debatirá, con la presencia del Gobierno central y todas las autonomías, sobre la situación en el conjunto de España.

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