Así está en la actualidad el embalse de Portodemouros a su paso por la comarca do Deza
Así está en la actualidad el embalse de Portodemouros a su paso por la comarca do Deza - FOTOS: MIGUEL MUÑIZ

La sequía saca a flote la Galicia sumergida

Aldeas o castros salen a la superficie a causa del bajo nivel registrado en los embalses gallegos

Santiago Actualizado: Guardar
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Un paisaje poco habitual. La falta de lluvias durante los últimos meses, que la pasada semana obligaba a declarar en Galicia la situación de prealerta por sequía en pleno mes de enero, está dejando en la Comunidad imágenes inéditas. El descenso en el nivel de los embalses gallegos favorece que salgan a la superficie a lo largo de las cuatro provincias todo tipo de construcciones, aldeas, castros o petroglifos que años atrás quedaron sepultados por las aguas. Los vecinos de estas zonas aprovechan esta situación, que solo pueden disfrutar en años de escasez de lluvias, para volver a pasear entre los restos de esa Galicia sumergida de la que muchos guardan recuerdos y que ahora vuelve a salir a flote.

Una estampa que atrae además las miradas de curiosos, que aprovechan para fotografiar los tesoros que vuelven a la superficie.

La imagen más fotografiada de esta particular Atlántida gallega es la del poblado castrexo y la fortaleza de Castro Candaz, en Chantada (Lugo), visible por el descenso en los niveles del embalse de Belesar. Un pantano con menos de la mitad de su capacidad que también dejó al descubierto el antiguo pueblo de Portomarín, anegado en los años 60. Los vecinos tuvieron entonces que trasladarse a una zona elevada. Ahora pasean por los esqueletos de antiguas construcciones, como casas o cementerios que aún conservan su estructura pese a los años que llevan bajo el agua. También rememoran el pasado vecinos de aldeas como O Marquesado, en Agolada (Pontevedra), a flote por la escasez de lluvias en el embalse de Portodemouros a su paso por la comarca do Deza. Aunque no solo salen a flote antiguas poblaciones. La sequía deja también al descubierto restos arqueológicos en lugares como Vimianzo, donde vuelve a ser visible la mámoa de la parroquia de Baíñas y parte del antiguo dolmen. Un disfrute para vecinos y curiosos que aprovechan la falta de lluvias para contemplar la Galicia emergida.

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Mámoas, dólmenes y otros restos arqueológicos a la vista en Vimianzo, en la Costa da Morte

En el concello de Vimianzo, en la Costa da Morte, el escaso nivel del embalse de Fervenza permite contemplar en la parroquia de Baíñas restos arqueológicos de importante valor. Entre ellos el círculo perfecto de una mámoa que aún conserva parte de su dolmen. A pocos metros de allí, el bajo nivel de las aguas favorece además el acceso a un castro, visible durante todo el año pero solo accesible en época de sequía.

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Un paseo por los restos del antiguo pueblo de Portomarín, en Lugo

La construcción del embalse de Belesar obligó a los vecinos del pueblo de Portomarín (Lugo) a trasladarse a una zona más elevada en la década de los 60. Ahora, la sequía hace posible volver a pasear entre los restos de la aldea anegada, donde aún se conservan en buen estado algunos nichos del viejo cementerio.

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