Ferroatlántica relanza su órdago para vender las hidroeléctricas

La primera oferta pasó desapercibida a ojos de la Xunta y el comité de empresa. Ferroatlántica se comprometía a crear 96 puestos de trabajo en Sabón (Arteixo), donde ya tiene una planta, para levantar una factoría de transformación de carbón vegetal. Lo haría a cambio de conseguir una autorización —que el Gobierno gallego le niega— para vender las centrales hidroeléctricas que posee en la Costa da Morte. Casi cuatrocientos puestos de trabajo en riesgo. Ahora, la multinacional Ferroglobe, dentro de la cual está integrada la compañía de Villar Mir, promete una «operación de relevo ordenado» en fábricas de Cee y Dumbría con la implantación de un ciclo dual de Formación Profesional para formar a operarios en la rama de la siderometalurgia.

El programa ya ha sido comunicado a los representantes de los trabajadores, según el comunicado remitido por la empresa.

El objetivo es dar pie a que los jóvenes encuentren un puesto de trabajo, dado que 79 empleados de las factorías superan los 55 años de edad. Casi 35 son mayores de 61 años.«Esto supondrá un incentivo para los jóvenes, que tendrán garantizada una formación de calidad», relatan. Insisten, sin embargo, en que cualquier inversión tanto en la Costa da Morte como en Sabón, pasa por la «enajenación de actividades no estratégicas para la compañía». Es decir, que la Xunta de Galicia autorice a Ferroatlántica a segregar la actividad, separando los centros que elaboran ferroaleaciones y la producción de energía en los saltos hidroeléctricos. Hasta la fecha, han recibido un no. El Ejecutivo cree, como también lo hacen los sindicatos, que ambas ramas de la empresa son inseparables porque, además, ponen en riesgo el futuro económico de toda una zona.