PARLAMENTO

El PP da un giro votará a favor de tramitar en el Congreso el traspaso de la AP-9

Feijóo advierte de que Galicia no apoyará un traspaso «para perder» y exige el fin del peaje de Redondela

La Autospista del Atlántico (AP-9) a su paso por Santiago de Compostela MIGUEL MUÑIZ

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El Partido Popular votará a favor de tramitar en el Congreso la ley que reclama el traspaso de la Autopista del Atlántico (AP-9) a Galicia. Tras un largo historial de negativas a la hora de facilitar su transferencia —e incluso a su debate en la Cámara Baja— los populares darán luz verde a que se celebre la toma de consideración del texto . La sesión se celebrará previsiblemente el próximo 11 de diciembre, y al hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo acudirán tres diputados autonómicos —del PPdeG, PSdeG y En Marea—. Defenderán la proposición de ley aprobada por unanimidad desde el Parlamento gallego.

El giro adoptado por el PP es en sí una novedad. Durante el Gobierno de Mariano Rajoy, la formación se había mostrado reacia a que el traspaso recalara en el Congreso. Esa actitud quedó demostrada, por ejemplo, en que la primera iniciativa unánime de Galicia ni siquiera llegó a pasar el filtro de la Mesa, donde se bloqueó siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Fomento . Ahora, sin embargo, el escenario es ligeramente distinto. La llegada del PSOE a La Moncloa significó el levantamiento de ese veto . Un gesto que tampoco llegó a traducirse en el compromiso nítido del nuevo equipo de Fomento a traspasar la infraestructura a Galicia. En su última visita a Santiago, el ministro José Luis Ábalos dio más bien largas: vinculó la transferencia a las reclamaciones de otras autonomías.

Resurge el debate

Desde entonces, el serial sobre la cesión había quedado más o menos solapado en público por cuestiones más perentorias para el bolsillo ciudadano, como el goteo de subidas de peajes —ayer mismo la Fiscalía interpuso una denuncia contra el cobro abusivo— o la supresión de la tasa de Redondela: un compromiso para el PP, una incógnita con el PSOE. Pese a todo, fue durante la sesión de control en el Parlamento cuando emergió de nuevo. En el careo entre Alberto Núñez Feijoo y Ana Pontón, el presidente de la Xunta sacó a relucir la nueva posición del PP para dejar en fuera de juego a la líder nacionalista y a las críticas que le situaban como «palmero» de la «recentralización» apadrinada por PabloCasado. «El PP, que es el grupo mayoritario en las Cortes, tanto en el Congreso como en el Senado, votará a favor de la tramitación», reveló.

Automáticamente, la líder del frente le ofreció su «apoyo» para ejercer «como presidente de la Xunta» pero rechazó el giro de los populares como un brochazo «evidente» de «electoralismo» . «Esa ley no la escribió ni usted ni el PP», recalcó.

En su respuesta, el mandatario autonómico se despachó contra el Bloque por no haber solicitado «nunca» la transferencia al Gobierno mientras cogobernaron la Xunta con el PSdeG. Al contrario, denunció que ambos habían consentido que Galicia tuviera que pagar siete millones de euros anuales —400 hasta el fin de la concesión— por los peajes de Rande y A Barcala. Gracias a un pacto reciente, el coste lo asume ahora el Gobierno.

Precisamente desde las filas del Partido Socialista, su secretario general, Gonzalo Caballero, consideró «acertado» el movimiento del PP alrededor de un tema «importante» para Galicia , sin dejar pasar la oportunidad de atribuir los avances al gabinete de Pedro Sánchez. «Mientras gobernaba en España Rajoy con el apoyo de Feijóo el PP se negó a debatir en sede parlamentaria y a tomar en consideración las demandas del Parlamento gallego», recoge Efe.

Las condiciones de la Xunta

Entretanto, mientras la proposición de ley va superando filtros en Madrid, la Xunta tiene una posición definida al respecto de cómo y en qué condiciones debería asumir la gestión de la infraestructura. Preguntado sobre un posible sí definitivo del PP al traspaso, Feijóo recalcó que primero habrían de cumplirse algunos «compromisos» puestos encima de la mesa, como el peaje de Redondela .

Pero no solo. El jefe del Ejecutivo autonómico insistió en que este tipo de cesiones se aprueban para garantizar una carga «neutral» de todas las administraciones, y para ello tendrían que venir acompañadas de tanto de «medios» como «dotadas económicamente». En caso de que así fuese, «por supuesto que la transferencia se tienen votar favorablemente», opinó tras presidir la reunión semanal del Consello. De lo contrario, la Xunta defenderá que la AP-9 siga siendo una competencia de la administración central. «No vamos a plantear una transferencia para perder, como mínimo para empatar », advirtió.

En la última reunión de la comisión bilateral entre la Xunta y Fomento, la Consellería de Infraestruturas planteó a la creación de un grupo de trabajo para ir preparando un hipotético proceso de cambio de manos de la autopista , en particular en aspectos como los créditos o el personal a cargo de la inspección. Entonces, el Ministerio se negó. Argumentó que era más conveniente ir superando fases y esperar a si el traspaso obtiene el aval definitivo del Congreso. De momento, el PP le da una primera luz verde.

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