Comité ejecutivo del PPdeG
Feijóo rechaza que pierda peso la dispersión en el nuevo modelo de financiación autonómica
Reclama al Gobierno central una «negociación real» y concreta, no un «teatrillo» troceado «por fascículos»
Insta a la oposición a sumarse a una posición común que defienda cubrir el sobrecoste de los servicios esenciales
La negociación del nuevo modelo de financiación autonómica no ha arrancado de la mejor forma posible para los intereses de Galicia. De ahí que este miércoles, con permiso del último desplante a la cogobernanza de la pandemia -ampliación, por la puerta de atrás, de la obligatoriedad de utlizar la mascarilla en exteriores-, centrara las principales críticas de Alberto Núñez Feijóo a Pedro Sánchez durante su intervención ante el comité ejecutivo del PPdeG, reunido por la mañana en el Monte do Gozo de Santiago. Feijóo afeó al Gobierno que haya emprendido una discusión «por fascículos», en lugar de abrir en su plenitud el melón de la financiación; y que, en su «propuesta inicial», se haya «intentado que la dispersión pese menos».
Galicia ha ejercido una posición de liderazgo en esta materia , como atestigua el foro celebrado en la Plaza del Obradoiro el pasado 23 de noviembre; Feijóo se apuntó un tanto al conseguir rubricar un pacto que ponía de acuerdo a ocho autonomías de tres partidos diferentes, con el PP en minoría frente al PSOE. A un nivel más doméstico, está en marcha la redacción del dictamen de la comisión activada en O Hórreo para tratar de ahormar una posición común, «de país». Feijóo se refirió este miércoles a todos estos esfuerzos para reivindicar la legimitidad de Galicia en sus demandas al Ejecutivo.
El presidente de la Xunta y de los populares gallegos, que acudió desde La Coruña con cierto retraso, pero también, bajo el brazo, con la buena nueva de un proyecto industrial por valor de varios cientos de millones de euros, reclamó « una negociación real, no un teatrillo », dejando muy claro que no ha gustado en absoluto cómo ha comenzado a sentar el Gobierno las bases del nuevo modelo. Demandó «una propuesta concreta», en lugar del método «parcial, temporal y por horquillas» que ha habilitado Hacienda. Partidas reales en lugar de trocear el modelo. Y dejó otra advertencia: «No queremos una política a media luz ni reservados con el Gobierno ni reuniones bilaterales entre el Gobierno y una comunidad autónoma». « El objetivo debe ser fortalecer los servicios públicos, no el débil gobierno del presidente Sánchez . No es un modelo para cuadrar la mayoría parlamentaria de un gobierno débil, es un gobierno para cuadrar las cuentas de los servicios públicos», subrayó.
Feijóo rechazó estar intercambiando «papeles» y avanzar sin concretar qué cuantía corresponde a cada comunidad. Reivindica la lealtad de Galicia y la defensa de sus intereses, en el marco de la defensa del conjunto de intereses de España, pero, insistió, sin transigir con «ningunas cuentas del gran capitán, por parte de unos, para que las paguemos otros» .
Faltan 800 millones
Si algo genera un rechazo frontal por parte de Feijóo es advertir que se trata del «primer plan de financiación autonómica donde baja el peso de la dispersión», una pretensión que comparó con pretender recortar el peso de la insularidad a los archipiélagos. El pasado lunes, el conselleiro de Facenda, en la misma jornada en que envió las pertinentes alegaciones al ministerio, reveló que Galicia recibe con el actual modelo de financiación autonómica 802 millones menos de los que realmente gasta para sufragar los servicios públicos esenciales -sanidad, educación y políticas sociales-.
Galicia quiere que el porcentaje de ponderación de la variable de la dispersión suba del 0,6% previsto hasta al menos el 1%. Feijóo, este miércoles, insistió en que este ítem no solo no puede atenuarse, sino que «tiene que subir». « No vamos a aceptar, en ningún caso, que baje la partida de la dispersión », enfatizó.
Menos por más
Transigir con lo contrario equivaldría a asumir, rebatió, que desde el último acuerdo de financiación, en 2009, «no se hubieran incrementado y mejorado» los servicios públicos, cuando la realidad es que hay 340 colegios y 240 más de los que corresponderían por población y han aumentado considerablemente quienes cobran dependencia y son usuarios de los servicios de ayuda al hogar. Con la propuesta inicial del Gobierno, abundó, « nos darían menos dinero para gestionar una Galicia con más servicios públicos con el dinero que teníamos » hace 13 años, cuando la dispersión «tiene un coste que se puede acreditar contablemente». Feijóo se preguntó cómo se paga ese esfuerzo, y se respondió que «ni con teatrillos ni con refuerzos de la mayoría parlamentaria del Gobierno, ni con Padrenuestros laicos; eso se paga con dinero». De ahí que reclamara un cambio de rumbo.
Lo hizo, reivindicó, con la vitola de haber sido «leales» y «conscientes de que somos Estado», pidiendo un «debate transparente», bajo un «espíritu constructivo» y de «consenso», sin caer en la crítica despojada de «una alternativa». «Nunca pedimos mesas para pactar entre dos lo que afecta a 17». Pero dejó igualmente claro que se aplicará la misma firmeza a « defender nuestras propuestas en materia de financiación objetiva y real ».
Un barco en el que instó a subirse a la oposición. Emplazó al PSdeG a que «no sean sumisos» a «lo que manden de Ferraz», y a los nacionalistas, que no «traguen» con lo que digan sus socios independentistas vascos y catalanes. Pero si ambos rechazan esa mano tendida, « nosotros seguiremos trabajando, teniendo un rumbo claro en nuestra singladura », advirtió. «Os propongo seguir mejorando Galicia», emplazó a los suyos, reunidos para «activar» el partido de cara a las elecciones locales de 2023. «Contamos con la mayoría de la población gallega para defender a la mayoría de la población gallega», remató su alocución.
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