Feijóo presentará hoy «reformas estructurales» contra los incendios

Pedirá la implicación de todas las administaciones para mejorar la detección y respuesta a los incendiarios. Planteará iniciativas para «dinamizar económicamente los bosques» y que sean económicamente más rentables

mágenes de Chandebrito, una de las zonas asoladas en octubre REUTERS

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

La última —y primera— vez que un presidente de la Xunta compareció en sesión plenaria del Parlamento de Galicia para dar cuenta de una crisis incendiaria tenía tras de sí el rastro de más de 90.000 hectáreas calcinadas. Fue Emilio Pérez Touriño, en septiembre de 2006, apenas quince días después de los peores momentos del «agosto negro». Once años más tarde, Alberto Núñez Feijó o asumirá hoy idéntica responsabilidad tras las casi 50.000 carbonizadas del 14 al 16 de octubre.

Según avanzaron ayer a ABC fuentes oficiales de la Xunta, Feijóo presentará a la Cámara «una batería de reformas estructurales» para evitar que se vuelva a repetir una crisis como la vivida el pasado mes, y que hizo rememorar con demasiadas similitudes al «agosto negro». El «eje principal» de su intervención será «la lucha contra los incendiarios» bajo la premisa de que «el monte no arde sino que alguien lo quema», y por ello plantearán «un nuevo abordaje judicial» del problema.

Así, varias de las reformas pivotarán alrededor de «mejoras en los sistemas de detección y respuesta ante los incendiarios», para lo que Feijóo demandará «la imprescindible corresponsabilidad de la sociedad gallega, desde los propietarios de las parcelas hasta las distintas administraciones públicas» sobre el territorio.

Otro de los enfoques que tratará será «el cumplimiento de las normas de prevención», toda vez que incluso Medio Rural reconoce que no se está cumpliendo con la limpieza de las franjas de seguridad alrededor de núcleos urbanos ni el desbroce de las parcelas privadas, lo que eleva exponencialmente la peligrosidad del fuego. Las mismas fuentes aseguraron que Feijóo expondrá «iniciativas para dinamizar económicamente los bosques y hacerlos más rentables». Será «una reflexión conjunta sobre medidas para un futuro de mejora en la prevención, ordenación, dinamización del monte y respuesta» ante la amenaza de los incendiarios.

En su comparecencia, el presidente gallego recordará a los cuatro fallecidos y tendrá «un reconocimiento para las miles de personas de los equipos de extinción , a quienes debemos que los efectos de la ola de fuego no fueran aún mayores» e «incidirá en la condena a los incendiarios que de modo simultáneo y deliberado aprovecharon inusuales condiciones climáticas para poner en riesgo el patrimonio natural, medios de vida de los vecinos e incluso llevarse por delante vidas humanas».

Desde la Xunta se considera que el aumento en la contabilización de la superficie quemada no va a alterar el discurso de Feijóo porque «desde el primer minuto dijimos que eran cifras provisionales y no se ha ocultado información, sino que se ha facilitado conforme se disponía de ella». De ahí que en un primer momento la conselleira Ángeles Vázquez hablara de 12.000 hectáreas, posteriormente su departamento las elevara a 35.500 y la pasada semana se oficializaban las 49.000 que figuran en el balance final.

«Manos criminales»

La sesión del 5 de septiembre de 2006 fue el primer choque frontal entre el Touriño presidente y el Feijóo líder de la oposición, o más bien, única oposición al bipartito de PSdeG y BNG. En ella se utilizó un término muy discutido estas últimas semanas: «(...) existe un fenómeno de auténtico terrorismo incendiario que asoló nuestro país». Su autor fue el nacionalista Bieito Lobeira. Lo recoge el Diario de Sesiones.

El guión del careo fue el previsible. Touriño se refirió a la excepcionalidad de las condiciones que permitieron los fuegos, a «manos criminales» que «pusieron en serio riesgo vidas, casas y patrimonio familiares», destacó, «y lo hicieron donde mayor daño y alarma podían crear». «Los ciudadanos de Galicia dieron, en los días más negros de agosto, ejemplo de cómo un pueblo, forjado en las adversidades de la historia, es quien de afrontarse y superar las pruebas más duras».

Fue su respuesta ante las acusaciones de un Feijóo que le reprochó que «fueron los ciudadanos los que vencieron a los criminales del fuego y suplieron la incompetencia de la Xunta. Se espera que él oiga hoy esa misma acusación desde En Marea y BNG.

El presidente socialista se opuso a cualquier cese porque su gobierno no era «responsable de la crisis». «En situaciones excepcionales de crisis puede haber fallos, limitaciones o errores, pero ninguno de ellos está en la base ni en la explicación» de aquel «agosto negro». Por último, se opuso a cesar al conselleiro de turno «porque no es de justicia, ni es reparador ni dotaría al futuro de más eficacia en las decisiones que tomemos». Fue la misma sesión en la que Touriño reconoció que «todas las mañanas» se recetaba «reflexión, autocrítica y humildad».

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