El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras el Consello de Goberno
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras el Consello de Goberno - EFE

Feijóo exige conocer cómo afectará el cupo vasco al modelo de financiación

El titular de la Xunta lamenta que las primarias del PSOE distorsionaran la negociación de las cuentas españolas

Santiago Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Le preocupan al presidente de la Xunta algunas aristas del pacto firmado entre el Gobierno y el PNV para sacar adelante los presupuestos del Estado. Concretamente, una levanta las suspicacias de Alberto Núñez Feijóo, que ayer entró a valorar las repercusiones que tendrá para Galicia la entente entre Mariano Rajoy y el nacionalismo vasco. El Ejecutivo autonómico quiere conocer cómo y, sobre todo, cuánto dejará de aportar el País Vasco a la caja común de todos los españoles, toda vez que los «jeltzales» han arrancado de Moncloa un ahorro de 500 millones en su particular sistema de cupo. «Creo que eso necesita una transparencia y una clarificación», reclamó el presidente al término de la reunión semanal de su equipo.

Lo ideal es que esa información esté disponible para todos los territorios antes de que se cierre el melón de la financiación autonómica. «Deberíamos conocer el resto de Comunidades cómo funciona el cupo, me parece lógica esa transparencia», añadió Feijóo. No obstante, el plantón del lehendakari Urkullu en la pasada Conferencia de Presidentes y la relación bilateral que el PNV ha mantenido en las últimas décadas con el Gobierno de España, ya sea con los gabinetes de Aznar o ahora con Rajoy, hacen inverosímil ese paso.

La cesión ante los de Sabin Etxea es el precio que el Estado tendrá que abonar. En parte, por la cerrazón del PSOE, obcecado en alejarse del PP durante la carrera por el liderazgo de Ferraz. Al menos, ése fue el razonamiento empleado por el jefe del Gobierno autonómico, muy crítico con el socialismo por «dimitir de sus responsabilidades» en la construcción de grandes consensos. «No podemos esperar a que se clarifiquen los avales en las primarias del PSOE», razonó Feijóo, aunque un entendimiento con el partido que ha gobernado 22 años de los 39 años en democracia hubiese sido razonable. «Lo lógico es que PP y PSOE pactaran un presupuesto de todos los españoles y que no se acordaran con un partido nacionalista, porque lo que le preocupa son las demandas de una parte de España, y no las demandas de la totalidad», reflexionó.

AVE y tarifa eléctrica

El resto de vericuetos del pacto no plantean mayores conflictos de intereses para Galicia. Empezando por el AVE. Los trenes de Alta Velocidad entrarán por Vitoria dos años más tarde que por Orense, así que la teoría de la Xunta es que protestar por un aumento de la inversión en País Vasco sería poco menos que tirar piedras contra el tejado propio. Feijóo reconoció que «en ningún caso» es recomendable levantar la voz contra las inversiones en la Y vasca, menos aún cuando él critica los retrasos en la llegada del AVE a Galicia.

La misma hipótesis es válida para hablar de la reducción de la tarifa eléctrica. El Gobierno y el PNV acordaron que el tejido empresarial del País Vasco abonara menos por su consumo energético: un descenso cifrado en 50 millones de euros anuales. Pero la Comunidad también obtiene algunos beneficios del actual sistema eléctrico.

Las críticas de una parte de la oposición, especialmente desde el espectro nacionalista, llevaron a Feijóo a aclarar que la tarifa eléctrica «es igual para toda España». Y que, por tanto, la solicitud de un régimen energético especial para Galicia no tiene cabida en las actuales circunstancias. Teniendo eso en cuenta, el titular de la Xunta admitió que la Comunidad «tiene intereses eléctricos particulares» como unos precios especiales para las compañías «electrointensivas», como Alcoa.

En particular, estas firmas se benefician de la llamada «interrumpibilidad». Esto es, de los cortes puntuales del suministro cuando la demanda de energía es muy elevada. «Cada uno defiende lo suyo», puntualizó. Por ejemplo, la construcción de una subestación para abaratar el coste de la electricidad en la planta viguesa de Citröen. Y como la lista no está cerrada, la posición de la Xunta se maneja entre dos palabras. Las dijo Feijóo: «Seremos ecuánimes e inteligentes».

Ver los comentarios