GALICIA
El concello de Ames prioriza el bienestar de los gatos al de los bebés: «La colonia felina estaba antes»
Los padres de la Galiña Azul de Bertamiráns denuncian que el ayuntamiento hace caso omiso a los graves problemas de convivencia que genera una colonia felina responsabilidad del concello
¿Gatos antes que bebés? Esta es la pregunta que los padres de una escuela infantil de Bertamiráns (Ames) llevan meses haciendo al ayuntamiento de esta localidad, responsable de una colonia felina anexa a la Galiña Azul. Los problemas de convivencia entre los animales y los niños , de 0 a 3 años, han llegado al punto de que los felinos usan los areneros donde los pequeños juegan para hacer sus necesidades y se duermen en los carritos de los bebés que los padres aparcan a la entrada. El episodio más grave se produjo a finales del pasado curso, cuando uno de los gatos de la colonia accedió al tejado del centro atorando los sistemas de ventilación. Como consecuencia, una empleada perdió el conocimiento debido a las altas temperaturas que se alcanzaron en la cocina. La trabajadora sigue de baja a causa de la caída.
Todos estos hechos fueron comunicados por el Ampa de la escuela al ayuntamiento, que hasta el momento ha hecho caso omiso . Tanto es así que en uno de los encuentros mantenidos llegaron a advertir que los gatos «estaban antes» que los niños . Ante las críticas, el concejal de Medio Ambiente asegura ahora que la colonia no es fácil de trasladar, cuando ese mismo Gobierno, en manos del socialista José Miñones, había asegurado a los padres que los problemas estarían resueltos a comienzos de este curso. Pero, lejos de solventarse, la convivencia entre los pequeños y los animales ha llegado a un punto que los propios padres califican de «insostenible».
A esta queja se suma otra no menos importante, porque la colonia felina está señalizada con dos carteles de grandes dimensiones en los que se pide respeto por los gatos y su alimentación, pero no hay ni una sola señal de tráfico que advierta a los conductores de la cercanía de una escuela infantil. De ahí que los padres también lleven meses exigiendo la colocación de un badén y de una señal de limitación de velocidad en el lugar que ocupan las que indican la ubicación de la colonia. En este punto, el AMPA también ha recordado que estos animales « son portadores de enfermedades muy dañinas durante el embarazo , como la toxoplasmosis», y que algunas madres de los alumnos se encuentran en avanzado estado de gestación.
En la colonia habitan decenas de gatos que son alimentados por voluntarios acreditados por el ayuntamiento. En la parcela anexa, por la que campan a sus anchas, los 90 niños que a diario acuden a esta escuela que lleva tres años abierta. «Los gatos han hecho inviable el uso de un pequeño huerto ecológico y es el propio personal del centro el que debe limpiar sus excrementos en el patio donde juegan los menores», hace constar el Ampa.
