El fiscal acusa al procesado de haber abusado de su hija desde los seis años
El fiscal acusa al procesado de haber abusado de su hija desde los seis años - EFE

Un acusado de abusar de su hija: «Ella vestía como una guarrilla»

El padre afirma que «no era capaz de educarla ni castigándola horas en bragas y sujetador»

Santiago Actualizado: Guardar
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Un vecino de Ferrol procesado por abusar sexualmente de su hija desde que ésta tenía 6 años negó ayer las acusaciones y afirmó que «ella se vestía como una guarrilla y se acostaba con todo el mundo, hasta con su hermano». Las palabras del padre, que trató de echar por tierra el testimonio de su hija, fueron incluso más allá al apuntar que «no era capaz de educarla ni castigándola encerrada en su habitación cuatro horas en bragas y sujetador un día de frío», dijo. Su hija, sin embargo, declaró que temía a su progenitor y que cuando abusaba de ella le decía que «íbamos a jugar». Estos presuntos abusos comenzaron cuando ella tenía 6 años, pero con 12 —explicó entre sollozos— «me dijo que quería más y empezaron los actos sexuales completos».

Por estos hechos y por la tenencia y distribución de material pornográfico con integrantes de menores de edad el fiscal pide para el padre penas que suman 16 años de prisión, además de un indemnización de 50.000 euros para la víctima. A la denuncia presentada por la joven se suma la respaldada por una amiga de la que el acusado también habría abusado cuando eran niñas, aprovechando que esta menor pasó un tiempo en su casa. El Ministerio Público sostiene que realizó tocamientos a esta amiga en 2012, un extremo que el hombre desechó. También rechazó que el material informático encontrado en su ordenador fuese suyo, argumentando que «lo usaba toda la familia».

En cuanto a los dos bolígrafos y el reloj espía que los agentes hallaron en su domicilio, el procesado reconoció que eran de su propiedad, pero rechazó que los usase para grabar ni que entrase en el baño para ver a su hija y a sus amigas desnudas mientras se estaban duchando. El único punto que el acusado aceptó fue el hecho de que cerraba la puerta cuando «le realizaba curas en la pierna a su hija». Explicó, ante el tribunal, que lo hacía para que su hijo mayor no la viese con el pantalón bajado. La vista oral proseguirá hoy en la Audiencia Provincial de La Coruña con una nueva tanda de testimonios.

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