El alcalde de Vigo, Abel Caballero, en una imagen reciente EP
Pablo Pazos

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Mientras los vecinos de Beade se manifestaban en el exterior del consistorio contra el proyecto de vial que amenaza con partir en dos esta parroquia viguesa, Abel Caballero engordaba la lista de agravios que achaca a la Xunta, con su presidente, Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza. En el pleno extraordinario celebrado este martes, el alcalde olívico proclamó que «nos quieren dejar sin autovía» a Madrid . Y lo unió a un rosario de supuestas afrentas en las que engarzó el «expolio de la caja de ahorros», la construcción del «único hospital privado del sistema sanitario de Galicia», el Álvaro Cunqueiro; el «intento de cerrar (...) el aeropuerto»; y «dejarnos sin tren de alta velocidad».

Del otro lado, la oposición le acusó de organizar una «farsa» y« una cortina de humo» ante el creciente malestar social por sus planes urbanísticos . Solo los dos representantes de la Marea permanecieron hasta el final para votar (se abstuvieron) la doble resolución. Los cuatro ediles del PP se marcharon justo antes, por la negativa de Caballero a realizar una votación por puntos, y el del BNG, en cuanto hubo intervenido en el arranque.

La resolución constaba de dos puntos : el primero reclamaba a Feijóo que «rectifique inmediatamente su propuesta» y acepte el proyecto del Ministerio de Transportes, que propone «la construcción del tramo pendiente de la A-52 (Porriño-Vigo) en túnel»; «pida disculpas a la ciudadanía de Vigo»; y «apoye públicamente al Gobierno de España en su compromiso de la construcción del tramo pendiente de la A-52». La segunda parte solicitaba la «liberación del peaje del tramo de la AP-9 (Puxeiros-Porriño) en tanto no se construya la autovía en túnel».

Paradójicamente, el segundo punto es parte de la propuesta que el pasado 21 de enero le trasladó Feijóo a la ministra Raquel Sánchez durante su reunión en Santiago. En su posterior comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, Feijóo explicó que le había planteado, «para no abrir otra autovía de obra nueva», disponer el tramo de la AP-9 entre Vigo y Porriño bajo la modalidad de «peaje en sombra», y así, «ahorrarnos 350 millones de euros». Y que, de paso, le había vuelto a reclamar el traspaso de la AP-9. Por eso el PP quería la votación por puntos, porque, como explicó tras el pleno el portavoz popular, Alfonso Marnotes, «en cierto modo» Caballero le ha dado la «razón» a Feijóo.

Antes, a las 9 de la mañana, el regidor vigués tomó la palabra, antes de cederla a los grupos, para describir la «sorpresa» que experimentó Raquel Sánchez cuando, añadió, le dijo que «no hay que llevar adelante esa gran obra de infraestructura», en alusión al túnel que conecte Vigo con Porriño, como nexo a la A-52. «El señor Feijóo fue displicente y duro en el fondo y la forma, despreciando absolutamente una gran obra para esta ciudad», proclamó Caballero, quien amagó, pero no lo hizo, con leer un documento que recogía el intercambio entre el presidente de la Xunta y la ministra. «Es el primer ministro autonómico, que yo sepa, que dice que no se hace una gran obra», abundó.

Caballero mostró en varias ocasiones un gráfico en el que se apreciarían tres variables: la propuesta de la Xunta, el trazado actual y lo que proponen el Gobierno y el concello de Vigo. Según el regidor, la idea de Feijóo se traduce en un recorrido de unos 20 kilómetros que conlleva 17 minutos; el actual, 14 km y 14 minutos; el túnel lo reduciría a 10 km en 10 minutos. «Lo que está proponiendo el señor Feijóo es que sigamos indefinidamente yendo por la vía que vamos ahora, está diciendo que Vigo siga aislado», clamó. Según el alcalde, no solo es que «ni un solo navegador recomienda» la opción que atribuyó a Feijóo, sino que « el señor Feijóo nunca jamás fue por ese sitio », como ningún asistente al pleno. «¡Yo no fui nunca, nunca!», apostilló.

Rechazo frontal

El turno de los grupos de la oposición se convirtió en un rechazo frontal a las tesis de Caballero. El edil del BNG, Xabier Pérez Igrexas, aseguró que el pleno no tenía «nada que ver» con las declaraciones de Feijóo del 21 de enero, porque «nada les importa» la movilidad. Para el concejal nacionalista, dos razones movían al alcalde: «añadir un nuevo episodio a la bochornosa telenovela de enfrentamiento diario con la Xunta del PP», con el objetivo de «seguir jugando a una estrategia suicida de cuanto peor, mejor»; y « disfrazar ahora de A-52 el nuevo vial de Beade y Bembrive, que se empeñan en imponer en el nuevo PXOM, a pesar de que saben que van a tronzar parte de las parroquias rurales de Vigo». «No vamos a ser comparsa ni atrezo de un pleno fake», afirmó Igrexas, quien abandonó el pleno para, afirmó, unirse a los vecinos que se manifestaban en el exterior.

El portavoz del Grupo Mixto, Rubén Pérez Correa (Marea), echó en cara a Caballero su «encerrona» para que los grupos de la oposición «acabemos asumiendo las movilidades» que figuran en el PXOM, y así, « justificar el vial que tronza Bembrive y conecta con Beade, y también tronzando la parroquia de Castrelos ». Una «chapuza», cargó. «No vamos a apoyar esta resolución, es una resolución trampa», rechazó Pérez Correa, quien acusó al regidor de moverse a la búsqueda de «votos» como parte de una «nueva política farragosa», de explotar «agravios comparativos» y «buscar enemigos externos».

Por parte del PP, Marnotes detectó «una revancha » por el pleno extraordinario celebrado tres semanas antes, en el que el PSOE vetó la reprobación de Carmela Silva por el 'caso cuñada' . La mano derecha de Caballero y presidenta de la Diputación de Pontevedra se ausentó del pleno al arrancar la intervención de Marnotes, quien le afeó que no tenía siquiera la «dignidad de permanecer presente», en una «absoluta provocación».

Yendo al meollo del pleno, denunció la «falsedad» que lo sustentaba: que, según Caballero, «no hay contestación social al PXOM». «Va a demoler 18 viviendas, al menos tres con licencia municipal», afeó, «sin informar a los afectados», algo «inadmisible». « Va a tener que responder por eso, se van a gastar cantidades ingentes, va a tener consecuencias », auguró. La intervención adquirió un tinte aún más bronco cuando terció la responsable de urbanismo, María José Caride. «Cansado está Vigo de usted, del plan general, los vecinos de Beade y de Bembrive, de cómo se hace urbanismo en esta ciudad, de la poca transparencia del gobierno municipal, están cansados», le replicó Marnotes.

Sobre los planes para la A-52, el portavoz popular señaló que «hace más de tres años que el Gobierno de Madrid no invierte un euro en esta ciudad» y que, en el caso concreto de la autovía, no hay consignación. « No es Feijóo, es Sánchez, y es usted, que está muy calladito », incidió. Marnotes calificó de «surrealista» y de «manipulación política» que el alcalde acuse al presidente de la Xunta de querer torpedear el proyecto pero no reclame al Gobierno un «compromiso firme, temporalizado y con financiación». Y fue más allá: «El Gobierno central no quiere hacer la autovía».

En declaraciones posteriores, Marnotes insistió en que lo que hizo Feijóo ante la ministra fue proponer una alternativa mientras la autovía sigue paralizada. Antes, en el pleno, rechazó la «pésima novela de ficción» del alcalde, «un ladrillo infumable como todos los suyos, un folletín inaceptable de mala calidad, que lleva por título 'La Xunta castiga a Vigo '».

«Nos quieren dejar sin autovía»

Caballero se reservó el tramo final para acabar de ajustar cuentas. Se esperaba la postura del PP pero afeó a BNG y Marea que también le dieran la espalda. En el caso del Bloque, afirmó que el edil se había ausentado porque « sus jefes de Santiago no le dejan votar que sí ». A Igrexas, sin estar presente, le respondió a una crítica por haber «aplaudido mansamente» que solo se reserve en los PGE 100.000 euros para la A-52, que el proyecto «no está maduro», de ahí la ínfima consignación presupuestaria.

El grueso, en todo caso, fueron las andanadas a Feijóo. «Se opuso al tren de alta velocidad y nos aisló. No apoya absolutamente el AVE a Vigo y pretende aislarnos apoyando a Santiago . Ahora nos dice que no necesitamos autovía. Todos sabemos que es imprescindible tener esa autovía y en túnel», esgrimió.

Caballero había adoptado perfil victimista en el inicio: Vigo es la única gran ciudad sin autovía directa a Madrid. Pero se mostró más combativo justo antes de votar. « ¡Claro que vamos a hacer este túnel! Va a tener todo nuestro apoyo y toda nuestra determinación . Nos quieren dejar sin autovía de Vigo a Madrid. Algunos quieren salvar a Feijóo... Salvar al soldado Ryan», divagó. «Vamos a hacer esta autovía. Pero sabemos que tenemos que hacerlo solos», cerró.

Otro agravio para su lista. Mientras, Beade en pie de guerra.

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