La fiesta de Halloween gana adeptos en España, cada año se unen más personas a esta celebración y no es raro, ver por las calles de nuestra ciudad a niños, jóvenes y mayores disfrazados.
Calabazas, esqueletos, zombies, arañas, sangre, puñales y todo tipo de elementos terroríficos decoran las calles y casas en una jornada divertida.
Pequeños y mayores buscan el mejor disfraz. Tiendas, locales y pueblos embrujados. Y para terror, unos extraños personajes que invitan a entrar en las tripas de la ciudad y descubrir el origen irlandés de la noche de Halloween. Coincidiendo además, con los 125 años de la obra de Drácula. Qué mejor escenario que los túneles de la estación fantasma de Madrid.
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