¿Para cuándo unas dimisiones?

En el mundo real ese que hay más allá de los ministerios y la Administración si metes la pata una vez te llaman al orden, si lo te ocurre una segunda vez recibirás un apercibimiento, y a la tercera lo normal es que des con tus huesos en la calle. En el Gobierno de España, y más concretamente en el Ministerio de Sanidad, da igual las veces que la líes gestionando una pandemia que todos los días desde hace quince meses se cobra vidas a diario. No hay problema, conservarás tu trabajo más años de los que es profesional del tenis Roger Federer .

Era complicado hacer bueno a Salvador Illa , el hombre que no se enteró de qué iba esto hasta que vio como los ataúdes se agolpaban uno encima del otro y que ahora busca fórmulas de cómo preguntar a los catalanes por la posibilidad de un referéndum. La lío en sanidad y la liará en Cataluña, al tiempo. Pero su sucesora, Carolina Darias , solo ha necesitado unos pocos meses para igualar hazañas.

Ayer y después, otra vez, que un gobierno autonómico le ganase por varios cuerpos en los tribunales a cuenta de las medidas sobre el ocio nocturno, Darias les dijo a las comunidades autónomas algo así como que las imposiciones eran una broma y que cada uno desde ayer haga lo que le la gana ¿Alguien va a dimitir? ¿Alguien al volante?

Pero para rematar el despropósito está el bochorno de la vacunación de los jugadores de la selección. Al cierre de este artículo y comenzando la Eurocopa este viernes ya no sé si los vacunan con una vacuna u otra, si es monodosis, si Gayá tendrá reacción estos días y no llegará al siguiente partido. Quizá alguna lumbrera del consejo de ministros decida que lo más apropiado ahora es llevarlos a una isla desierta y meterlos en una burbuja tan de moda ahora o comprarles equipos epis en lugar de espinilleras para entrenar. El ridículo es de proporciones épicas ¿Se imaginan la selección de 2010 sin vacunar? ¿Y si el positivo hubiese sido Iniesta? España es diferente y el gobierno de España también…