Joan Ribó en una rueda de prensa celebrada en Barcelona con la alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau
Joan Ribó en una rueda de prensa celebrada en Barcelona con la alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau - EFE
ECONOMÍA

Varios tripartitos suben el IBI al no aplicar la rebaja del 10% de Montoro

Elche, Castellón, Alcoy, Villajoyosa, Elda y Villena aprueban reducciones que no llegan al tope y presumen de la bajada

Otros municipios -casos de Valencia y Gandía- incluso aumentan la tasa o se inhiben como El Campello y Torrevieja

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El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ha puesto en evidencia en las últimas semanas una conducta propagandística de varios gobiernos de coaliciones de izquierda en la Comunidad Valenciana que han sacado pecho públicamente de rebajas de este tributo que no son tales, puesto que desde el Ministerio de Hacienda se ha fijado una reducción del 10% a nivel estatal, mientras que todos estos ayuntamientos se han quedado en porcentajes inferiores a ese y, por lo tanto, se trata en realidad de subidas encubiertas.

Eso, cuando no lo han aumentado directamente y sin tapujos, como el equipo de gobierno de la ciudad más poblada, Valencia, donde el alcalde Joan Ribó (Compromís) ha cosechado duras críticas de la oposición del PP, o también el de Gandía (Valencia), que este verano disparó el coste del recibo de la contribución a sus vecinos un 25% y el del impuesto de vehículos un 20% para poder hacer frente a un plan de ajuste insoslayable con el que refinanciar la deuda de más de 300 millones de euros.

En este caso, el gobierno sustentado por el PSPV y Més Gandia tuvo enfrente los 12 votos de los concejales del PP, aunque hizo valer su mayoría la alcaldesa Diana Morant.

Otros dos alcaldes de izquierdas apoyados en coaliciones múltiples optaron por dejar pasar los plazos o los trámites necesarios, de forma que recaudarán más con ese 10% de rebaja del IBI acordado desde Madrid por el departamento de Cristóbal Montoro, con el que restablecía el baremo a este tributo tras la subida al principio de la legislatura. Se trata de El Campello (Alicante), donde la Gestora de Asociaciones de Vecinos se llevó la sorpresa de que el alcalde, Benjamí Soler (Compromís), al frente de un tripartito tras expulsar a EU, no cumplió con el acuerdo plenario aprobado meses antes de elevar al ministerio una revisión catastral. Una reivindicación antigua porque se aplican valores a las viviendas tasadas en 2007, todavía con el boom inmobiliario, lo que lleva a una presión fiscal arrastrada.

Y el otro caso se localiza en la localidad alicantina de Torrevieja, donde el pentapartito liderado por José Manuel Dolón (Los Verdes), ignoró igualmente un acuerdo de toda su corporación municipal. «En todos sus programas electorales, exhibían como medida estrella la bajada de la contribución urbana, llegaron incluso a aprobarla en sesión plenaria, y luego con una opacidad total y absoluta permiten que los plazos venzan y se convierta en prácticamente imposible, bajarle el impuesto más general a todos los torrevejenses», criticó posteriormente el concejal y diputado popular Joaquín Albaladejo.

Recogida de firmas

En Elda (Alicante), se ha organizado una recogida de firmas desde el partido Ciudadanos de Centro Democrático (CCD) para pedir una rebaja real de este impuesto a través del portal change.org. En un par de semanas se sumaron más de 300 personas y hay una plataforma organizada desde facebook para darle difusión.

Según César González, coordinador de la formación, su meta es que «Elda deje de ser la ciudad de su categoría con el IBI más alto de España», situado en 1,179 puntos. Acerca de la bajada del 4% que se atribuye el equipo de gobierno del alcalde socialista Rubén Alfaro, desde CCD le afearon que «está engañando a los ciudadanos, puesto que en las ordenanzas fiscales no se ha modificado el tipo impositivo».

Situaciones parecidas de rebajas inferiores al 10% que esconden subidas reales se vivirán durante el ejercicio de 2016 también en los municipios alicantinos de Villena y Villajoyosa, gobernados por Javier Esquembre (Los Verdes) y Andreu Verdú (PSPV), que solo bajan un punto el tributo; en Alcoy, donde el socialista Antoni Francés ha hecho lo propio en un 2%; y en Elche, con su compañero de filas Carlos González (3%). En cuanto a Castellón, la alcaldesa de este mismo partido, Amparo Marco, anunció una bajada del coeficiente de un 2,35% e incluso estimó que las arcas municipales dejarán de recaudar 1,2 millones de euros el año próximo.

Repercusión en Valencia

Por número de profesionales autónomos y empresas afectadas, la subida del 3% en la ciudad de Valencia representa la presión fiscal más evidente, que notarán en su bolsillo en más de 1.500 negocios. El concejal del grupo municipal popular, Eusebio Monzó, mostró su total desacuerdo a cualquier medida que implique una subida de los impuestos municipales y recordó que «Valencia es en la actualidad una ciudad competitiva, en parte gracias a ser una de las grandes capitales españolas con menor presión fiscal».

Por lo tanto, manifestó no entender «por qué el tripartito, que ahora cuenta con más recursos, sube los impuestos que son competencia del ayuntamiento». Su propuesta es bajarlo en ese porcentaje y un 20% en las pedanías, más bonificaciones del 60% a familias numerosas.

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