Espacio público
Valencia peatonalizará su plaza del Ayuntamiento el 20 de marzo de 2020
El núcleo central de la ciudad se cerrará al tráfico de forma permanente manteniendo un vial para el transporte público
20 de marzo de 2020. Es la fecha elegida por el Gobierno municipal para cerrar para siempre al tráfico la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Un día després de la «cremà» de las Fallas, el núcleo central de la ciudad se convertirá en un espacio exclusivo para los peatones.
La reforma de la plaza de la Reina, que se prevé que se inicie por esas fechas, ha precipitado una actuación inicial en este enclave sin acometer obras , con un coste estimado de 150.000 euros.
La plaza se dividirá en puntos de recorrido y puntos de actividad, con ocho puertas de entrada señalizadas y un carril exclusivo para taxis y para la nueva línea C1 de la EMT , la única que cruzará este espacio. Esta ruta funcionará como lanzadera entre los intercambiadores de Tetuán-Puerta del Mar y Xátiva-Marqués de Sotelo, con una frecuencia de paso de entre cuatro y cinco minutos.
Las terrazas bajarán de las aceras y se señalizarán las zonas de carga y descarga, así como las entradas y salidas de vehículos a los aparcamientos privados , tanto por la calle Periodista Azzati, como por la Paz y Poeta Querol.
El proyecto de «La Paisatgeria» - según ha explicado uno de sus responsables, Gonzalo Fayos- pretende «renaturalizar» el entorno del consistorio y contempla también referencias a otras capitales a la hora de manejar la pintura para señalizar espacios o utilizar los elementos desmontables para garantizar zonas de sombra .
Fayos ha explicado que se han fijado, por ejemplo, en el mobiliario cambiante de la Esplanada de Alicante, en «les superilles» de Barcelona -con jardineras y juegos para niños- o en la actuación con césped artificial que se realizó con éxito hace un tiempo en la Plaza Mayor de Madrid.
Precisamente, se utilizarán señales, jardineras diseñadas para la ocasión y pilones para delimitar los espacios, del mismo modo que se instalarán letras «photocall» con el nombre de la ciudad. En definitiva, un proyecto para «humanizar la ciudad», según el alcalde Joan Ribó, con el que la edil de Participación, Elisa Valía, asegura que se «compromete a prácticamente todas las áreas del Ayuntamiento».
Un enclave que, en palabras del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, forma «parte de de nuestro paisaje emocional» y pretende ser escenario de múltiples eventos. Un espacio de 12.000 metros cuadrados -más de 21.600 si se cuentan las calles adjuntas- que hasta ahora había estado «secuestrado» por el tráfico motorizado y que se recupera para los peatones de forma permanente. Hasta ahora, al plaza central de Valencia solo se cerraba al tráfico el último domingo de cada mes.
En paralelo a la peatonalización del 2o de marzo, ya está en marcha el proceso participativo para recoger la opinión de la ciudadanía y elaborar un documento con los aspectos generales sobre cómo deberá acometerse su remodelación urbanística. Con esos trazos se convocará a principios de año un concurso de ideas para que las empresas interesadas presenten sus proyectos.
Desde el consistorio se han marcado los límites básicos que la futura plaza tendrá que contemplar . Entre ellos, la reserva de la zona para disparar las mascletàs, un vial para la circulación del transporte público o la recuperación de espacio para los viandantes. Fuera de esas líneas rojas quedan, por ejemplo, la fuente que preside el enclave, los quioscos o la estatua de Francesc de Vinatea, que podrían desaparecer si así lo deciden los participantes.
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