La refundación pasa por la comunicación

Cualquier nuevo proyecto que se precie debe de girar a través de un buen plan de comunicación. En tiempo de emprendedores y a la hora de abrir una nueva iniciativa el hacerte visible al mayor número de gente es el quid de la cuestión y en una oferta política que quiere desprenderse de un pasado turbio reciente y de una imagen denostada mediáticamente es más importante si cabe.

El poder de los mass media es evidente, ellos son los creadores de opinión, tanto para bien como para mal, y ellos marcan las tendencias a seguir. La imagen de corrupción o de despilfarro vinculada a los populares valencianos, aunque en muchos casos sea discutible, primero la han generado los medios de comunicación, con una reiteración exhaustiva, mucho antes que incluso judicialmente.

Ni Rajoy con una mayoría absoluta aplastante, ni los últimos gobiernos populares valencianos han destacado por tener una política de comunicación sólida, clara y precisa. Incluso después del cierre de RTVV la relación con los medios fue más tensa si cabe, pasando a una postura del propio gobierno valenciano a la defensiva.

Al margen de tener una estrategia mediática hay que tener un discurso claro que transmitir, que tenga mensaje, que sea claro, que “venda bien”, que ilusione y transmita algo nuevo y que pueda ser repetido hasta la extenuidad. La gente retiene mensajes sencillos, claros y repetitivos y en eso la vicepresidenta Oltra es una especialista. Tanto el gobierno de Rajoy como el de Fabra optaron por vender gestión, ahorro y reformas económicas. Discursos más técnicos y administrativos que emocionales y ese tipo de mensaje solo lo “compra” el ya convencido, la gestión es intrínseca a la política, si no vas a gestionar no te dedique a eso diría cualquier vecino de un servidor.

La política tiene mucha más carga emocional que racional. El 15M o las “mareas” nacieron de un descontento social y de forma emocional, podrán gustarnos más o menos pero han recibido más de cinco millones de votos, es una realidad política nueva que ofrecía un nuevo espacio dentro de la política española. Los populares valencianos deben de tener en la comunicación, el mensaje a transmitir y las formas y los canales de llegar a la gente su punta de lanza. Abrir un nuevo camino político también es atractivo y apasionante, enfrentarse a una página en blanco y sin tachones (eso es pasado).