Rajoy se compromete a incluir a la educación concertada en los pactos tras el 26-J

La lucha que protagoniza el sector de la educación concertada en la Comunidad Valenciana arrancó ayer un compromiso de Mariano Rajoy: algunas de sus reivindicaciones se pondrán encima de la mesa durante las negociaciones para alcanzar pactos tras las próximas elecciones generales del 26 de junio. El presidente del Gobierno en funciones se desplazó a una de las plazas más importante de cara a los comicios, Valencia, donde ahora gobierna la izquierda y en la que el PP tratará de obtener la victoria de nuevo como en la anterior cita de diciembre.

El líder popular aprovechó el contexto tenso que se vive con motivo de las medidas educativas. El Gobierno valenciano se ha encontrado durante las últimas semanas con la protesta más grande hasta el momento.

Las políticas en esta materia han provocado que el sector de la concertada se movilice también en la calle y el pasado domingo celebraron una multitudinaria manifestación en la ciudad que molestó especialmente a la Generalitat.

Sus dirigentes –tanto el jefe del Consell, Ximo Puig, como la vicepresidenta, Mónica Oltra y el conseller de Educación, Vicent Marzà– optaron por atacar al PP (con algunos miembros allí presentes) por hacer «precampaña» en esta concentración «ideológica», en la que pretendían «mantener sus privilegios» y la «desigualdad».

Esta estrategia de dirigir las críticas sobre todo hacia los populares (aunque también hacia el sector) no convenció a los representantes de la concertada, que optaron por realizar una invitación formal de reunión a Mariano Rajoy y al líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Este último la aceptó y finalmente ayer se reunió en Alfafar (donde fue recibido entre gritos de «presidente» y «ladrón») con las entidades que forman parte de la Mesa por la Educación en Libertad. Durante el encuentro, que calificaron como «intenso y fructífero», las distintas entidades le expusieron los problemas de la escuela concertada en la Comunidad debido a las políticas educativas del Consell, que la ha puesto el punto de mira por primera vez en 20 años. También algunas mejoras legislativas que consideran necesarias. Entre las reivindicaciones más relevantes se encuentra la de realizar una planificación escolar de acuerdo con la demanda social, tal como consta en la controvertida Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Según consta en la norma estatal, los colegios pueden concertarse en el caso de que las solicitudes de las familias sean mayores en estos centros que en los públicos, algo que choca con el arreglo puesto en marcha en la Comunidad Valenciana.

Rajoy aceptó esta petición y la incluirá en el programa educativo que puedan negociar con otros partidos después de las elecciones.

No alentar el «radicalismo»

Al finalizar la reunión, pronunció un breve discurso en el que advirtió de que «atacar a la educación concertada es atacar al sistema educativo completo», en el que supone un 25% con dos millones de alumnos. «No es bueno esa escuela única de la que se habla. La enseñanza tiene que ser plural, como plural y distinta es la sociedad española», indicó el presidente del Gobierno en funciones.

El también candidato del PP a la reelección defendió la libertad de los padres para elegir la educación que quieren para sus hijos y recordó que ésta se encuentra recogida en el artículo 27 de la Constitución Española. «No es bueno liquidar aquello que funciona bien», apuntó, para lanzar un mensaje político: «Ni la radicalización ni los prejuicios llevan a ninguna parte. Alentar el radicalismo o pactar con radicales sólo sirve para una cosa: acabar devorado por ellos».

Recorrido

Previamente a esta reunión, Rajoy visitó la empresa Air Nostrum en Quart de Poblet, donde estuvo acompañado por la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig. También asistió el expresidente de la Generalitat Alberto Fabra.