Política

La moción de confianza a Puigdemont deja en el aire la cumbre en Valencia con Ximo Puig

La debilidad del Gobierno catalán condiciona la estrategia del Consell para formar un frente común

VALENCIA Actualizado: Guardar
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El bloqueo político de Cataluña propiciado por el veto de la CUP a los presupuestos de la Generalitat catalana y la moción de confianza anunciada por su presidente, Carles Puigdemont, trunca los planes del Gobierno valenciano para articular un frente común con la región vecina. La situación de extrema debilidad política de Puigdemont, que fía a una votación en septiembre que dependerá de los antisistrema su continuidad en el cargo, deja al Ejecutivo catalán en el aire hasta después del verano y, en consecuencia, el presidente valenciano, Ximo Puig, queda sin un interlocutor válido a la espera de que Cataluña se vea abocada a una nueva convocatoria electoral (la cuarta desde 2010).

La caída de Puigdemont supondría la pérdida del socio político preferente de Ximo Puig, quien preparaba una cumbre en Valencia con su homólogo de Cataluña

, a la que se iba a sumar la presidenta balear, la socialista Francina Armengol. Una de las consecuencias colaterales que podría acarrear la agónica situación política del jefe del Ejecutivo de Cataluña sería la cancelación de una cita en la que los tres dirigentes políticos pretendían escenificar su frente común para reclamar la ejecución del Corredor Mediterráneo; la promoción de la lengua catalana; la reciprocidad de las emisiones de las respectivas televisiones públicas; y la necesidad de un nuevo modelo de financiación.

«Iremos con Euromed para escenificar el retraso que suponen los 45 kilómetros que hay en vía única», proclamó Puigdemont el pasado 25 de mayo, cuando anunció su visita a Valencia. Una semana antes, Puig se había reunido con su homólogo catalán en Barcelona. Una cita que escenificaba un nuevo marco de entendimiento político entre el Gobierno que lideran PSPV y Compromís y el Ejecutivo de Junts pel Sí, cuya finalidad pasa por lograr la independencia.

Al respecto, el Gobierno valenciano se integrará en el Instituto Ramón Llull, cuyo finalidad pasa por promocionar en el extranjero la «lengua y la cultura catalana».

Puig ha esogido Cataluña como aliado preferente. Una estrategia lógica desde el punto de vista comercial, toda vez que la región vecina es la principal destinataria de las ventas de la Comunidad Valenciana en España. Ahora, la incertidumbre política en Cataluña abre otro compás de espera.

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