Alberto Caparrós - CRÓNICAS SABÁTICAS

La llamada de Mariano Rajoy a Ximo Puig

«El foco mediático que busca Puig no se situará en Valencia una semana después del 1-O»

Imagen de Mariano Rajoy tomada este sábado en Alboraya EFE
Alberto Caparrós

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Ximo Puig lamenta que la deriva soberanista del Gobierno catalán monopiliza el debate político e invisibiliza el «problema valenciano» . El Consell trabaja para convocar una manifestación el 9 de octubre para reclamar más financiación al Estado, ocho días después de la fecha anunciada para la consulta ilegal que pretende celebrar el Gobierno catalán. No hace falta ser futurólogo para pronosticar que el foco mediático que busca Puig no se situará en Valencia una semana después del 1-O, haya o no haya referéndum.

Este sábado, desde Alboraya, el presidente del Gobierno le ha ofrecido una alternativa por vía teléfonica. Mariano Rajoy recibirá el jueves en la Moncloa a Puig respondiendo a su petición y le planteará que inste al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez , a negociar un nuevo modelo de financiación que el Partido Popular, con su actual representación parlamentaria, no puede aprobar en solitario.

Los empresarios valencianos opinan lo mismo, recelan de la política de la pancarta y abogan por la negociación. Ponen como ejemplo la interloción con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna , que se plasmará el lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Este jueves, Puig gozará de la visibilidad que tanto ansía para que las reivindicaciones valencianas en materia de financiación e inversiones tengan eco. Sin necesidad de manifestaciones y desde el palacio de La Moncloa.

El presidente del Gobierno valenciano dejó claro el pasado mes de agosto en una entrevista con ABC que no comparte la senda emprendida por su homólogo catalán, Carles Puigdemont . Puig apeló al diálogo entre la Administración central y la catalana y aportó como solución a la deriva separatista la reforma del Estatuto catalán y de la Constitución.

De la misma forma que para modificar la Constitución PP y PSOE están obligados a entenderse, la solución al principal problema que sufre la Comunidad Valenciana pasa por el entendimiento entre los dos grandes partidos nacionales. Rajoy ha señalado el camino para la reforma de la financiación al tiempo que anunciaba una inversión de 2.000 millones para el Corredor Mediterráneo. Un guiño que, al igual que la llamada a Puig, no resulta casual. Génova ha entendido que no puede poner palos en las ruedas a Isabel Bonig en el reto de volver a recuperar la Generalitat en 2019.

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