Guillem Bertomeu - LLetraferit

Indiferencia política

«No rascar partidas presupuestarias es muy duro y en la oposición se pasa mucho frío»

Imagen del almacén electoral de Valencia ROBER SOLSONA

Me comentó un alto cargo político lo ridículos que son a veces los actos de partido. Donde en vez de estar pisando calle se repiten y se repiten actos, consejos, gabinetes de campaña siempre con los mismos rostros y nunca interactuando con la gente de “fuera”.

Pasaron las fiestas josefinas, con las más que medidas rutas falleras con el jefe de Madrid. Paseos forzados, visitando las fallas “controladas” y céntricas, para evitar cualquier atisbo de tensión y con un séquito de cerca veinte personas para sentirse arropado coreando el “presidente, presidente”.

Ahora estamos viviendo las jornadas de la presentación de candidatos, donde el cien por cien del público asistente es la propia militancia y con algún representante de más relumbrón para hablar de las glorias y lo bueno que es el partido. Crítica al de fuera, lo malos que son los otros y lo buenos que somos nosotros. Una vez que acabemos con el candidato de cada pueblo, haremos lo mismo pero comarcalmente. Un poco el día de la marmota. Y las caras de los asistentes. Las mismas.

Después vendrán las presentaciones de las listas. Más de lo mismo pero con toda la lista. A estos actos se unirán los familiares de los susodichos. No he querido poner siglas concretas porque este mismo proceder lo absorben todos los partidos.

Banderas, Franco, “procés”, invasión catalanista de nuestra sociedad, nuevos casos de corrupción en precampaña. Entre otros, éstos son los ítems que nos bombardean los mass media y las redes sociales. Todos temas emocionales, no racionales, ninguno de ellos afectan a la vida real del ciudadano y solo alimentan la bronca y los frentes abiertos entre las principales formaciones políticas. En definitiva un sumatorio de egos más que preocuparse por la realidad de la rutina de la gente de a pie.

Imagen del almacén electoral de Valencia ROBER SOLSONA

Vamos los valencianos, y el conjunto de España, a gobiernos de coaliciones, donde el compañero de viaje, aquel con el que se va a gobernar lo único claro en el programa de gobierno de coalición que mejor gobernar ellos que cualquier otro. Ni Podemos por la franja izquierda, ni Ciudadanos por la vertiente derecha desaprovecharán esta vez la oportunidad de ocupar sillón si les dan los números. No rascar partidas presupuestarias es muy duro y en la oposición se pasa mucho frío.

Queridos lectores nos quedan algunas semanas de muchas fotos, tuits, actos y titulares de prensa. Digiéranlo lo mejor posible.

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