«Un guardarraíl en mal estado atravesó la cabeza y lanzó siete metros a nuestra hija»
La familia de Alba Molina reclama «justicia» por la muerte «negligente» de la menor de 16 años en un accidente de tráfico ocurrido hace siete años
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« Nuestra hija murió atravesada por un guardarraíl que atravesó el coche como una espada desde el capó hasta el maletero», relata con dolor y, sobre todo, rabia, la familia de Alba Molina, una adolescente de quince años que perdió la vida en 2015 en un horrible accidente de tráfico en la A-23 a su paso por Barracas (Castellón). Ahora, tras una ardua lucha judicial, sus allegados reclaman «justicia» ante una situación que consideran de «falta criminal de mantenimiento».
El accidente ocurrió el 11 de octubre de 2015 a media tarde, cuando la conductora del vehículo, una mujer «adulta y sobria», perdió tres segundos el control del volante e impactó contra el quitamiedos, el cual atravesó el vehículo completamente. En el tráfico suceso, murió un hombre de 58 años y otras dos mujeres resultaron heridas de gravedad.
«El guardarraíl no era el adecuado para este tipo de vía y además estaba en un estado de mantenimiento deplorable », relata la familia de Alba que ya ha conseguido más de 93.000 firmas en Change.org , plataforma en la que han habilitado una petición de ayuda no económica contra la reclamación de 31.000 euros en concepto de costas judiciales al haber denunciado ante la Audiencia Nacional el estado del quitamiedos y de la propia carretera.
Indican, además, que existe un informe pericial que prueba el estado en el que se encontraba la vía, cuyo guardarraíl « se podía soltar quitando los tornillos con las manos ». Ante esta situación, denunciaron la falta de mantenimiento, cuya demanda fue desestimada en «un claro abuso de poder ».
Les reclaman 31.000 euros por costas judiciales
De hecho, indica la familia que la Audiencia Nacional contrató una empresa privada para realizar un contrainforme pericial. Ahora, tras el fallo del tribunal, la empresa que llevó a cabo dicha investigación les reclama un montante de 31.000 euros en concepto de costas judiciales y elaboración del peritaje de un juicio que ni siquiera se celebró.
De esta cantidad, según cuantifican los padres de Alba, 27.000 irían a parar a la empresa y 4.000 euros al abogado del Estado. Algo que consideran «injusto» al « ni siquiera haber examinado el caso ». Sobre el guardarraíl, la familia defiende que no era el modelo idóneo para dicha carretera, pues «deberían ser más cercanos a la vía, separados y laterales» y no «instalados en el sentido contrario a la circulación».
«Os pedimos que os unáis a nuestra causa, dado que estos hechos son aberrantes, y pedimos Justicia para nuestra hija Alba», remarcan. Explican que «el copiloto murió traspasado por el estómago y la menor fue atravesada por la cabeza, acabando a siete metros detrás del vehículo».
