Política
Génova pretende adelantar a septiembre la designación del candidato de Valencia
La figura de González Pons resurge como una opción si Cospedal se marcha a Bruselas, mientras la dirección regional descarta tensiones con los sectores críticos
El cambio de liderazgo en el PP con Pablo Casado al frente y los nuevos nombramientos en la dirección nacional -como el de Vicente Betoret como secretario de Política Provincial- han generado incertidumbre y multitud de especulaciones sobre cómo afectaría a la organización en la Comunidad Valenciana . Las interpretaciones son diferentes según, no ya el sector del partido, sino la persona a la que se pregunte.
Pocas semanas después del congreso y pese al evidente y manifiesto descontento que provocó el cargo otorgado a Betoret - para el que intervino María Dolores de Cospedal - por la complicada relación que mantiene con la dirección regional, todas las fuentes señalan que tienen la obligación de normalizar la situación. « Las aguas han de volver a su cauce . Nos han dado la opción de votar en un proceso difícil, lo hemos hecho y ahora en lo único que debemos pensar es en ganar elecciones», comentan diversas voces de la formación.
La relación entre Pablo Casado e Isabel Bonig ha sido siempre buena. La presidenta de los populares valencianos mantuvo desde el primer momento una posición de neutralidad a diferencia de otros miembros por dos motivos principales. Uno, para que calara el mensaje de libertad total entre los militantes y, dos, por sus dudas entre Soraya Sáenz de Santamaría y Casado (con quien más afín se siente ideológicamente y uno de sus apoyos más importantes cuando apostó por tomar medidas contra los concejales de Valencia tras estallar el caso Taula).
Pero el hecho de que la cúpula regional -las tres direcciones provinciales de Valencia, Castellón y Alicante, además de la secretaria general, Eva Ortiz- se decantara claramente por la primera no la dejaba en la mejor posición de cara a la interlocución con la nueva dirección nacional y su capacidad de decisión respecto a cuestiones como la designación de candidatos en los próximos comicios autonómicos y municipales.
La reciente visita de Casado a Santa Pola, sin embargo, ha dado un balón de oxígeno al PPCV. Ratificó a Bonig como cabeza de lista , algo que parecía evidente pero que sentó especialmente bien. «Podría no haberlo hecho, pero lo hizo. Fue un gesto que despeja las dudas que algunos pretendían crear », apuntan desde el partido.
Sin cambios en la gestora
A partir de ahí, el deshielo. Ni guerra ni sobresaltos en otros ámbitos como la gestora provincial de Valencia, creada después de un crudo enfrentamiento entre Vicente Betoret y la portavoz del PP en la Diputación de Valencia, Mari Carmen Contelles. Los cambios en el órgano parecen descartados, tal como aseguró Bonig la pasada semana. «No sería inteligente iniciar una guerra a pocos meses de elecciones. Cuando pasen, que se convoque el congreso», apuntan fuentes de la formación. A lo que añaden su vaticinio de que Casado no optará por esta vía en su primer gran reto como nuevo presidente, que será mejorar el resultado en los comicios autonómicos. Una visión, la de evitar el conflicto en este sentido, también compartida por el sector cercano a Betoret.
Donde sí es posible que se produzcan roces -no insalvables- es en la elección de candidatos en grandes municipios . Bonig ha ido recorriendo multitud de localidades de la provincia de Valencia, donde ha mantenido encuentros con las agrupaciones y en algunas de las cuales ya ha señalado a las personas que con más probabilidad encabecen la lista. Una de las preguntas que surgen desde algún sector del partido es si los consensuados por la líder del PPCV se mantendrán ahora que Betoret tiene mayor capacidad de influencia. «Hay que elegir a los mejores, sean de quien sean», afirman. Ambos tienen pendiente todavía una reunión, para la que se citarán tras las vacaciones.
Valencia ciudad
¿Y qué ocurre con la ciudad? Aquí se produce la gran incógnita. El conflicto podría surgir a la hora de constituir el comité electoral que elegirá al cabeza de cartel, donde cada sector tratará de «colocar» a los suyos. Los plazos marcados por Rajoy se establecían en «septiembre o más allá» para hacer público el nombre, tal como publicó ABC. En el nuevo escenario con Casado es posible que se aceleren y en el partido algunos no dudan en señalar septiembre como el mes clave en el que Génova lo hará público. E insisten: tendrá que ser pactado entre la dirección regional y la nacional, aunque ésta tenga la última palabra.
Las quinielas se mantienen, pese a que el presidente de la gestora en Valencia, Luis Santamaría , haya cogido fuerza al formar parte de la Junta Directiva Nacional después de ser una de las personas que más se movilizó a favor de Casado en la ciudad. Su intención de encabezar la lista para la alcaldía de Valencia es conocida y en Génova han pedido referencias sobre su perfil. Éste, sin embargo, no es del agrado total de Isabel Bonig, quien prefiere a otras personas como el portavoz popular en el Ayuntamiento, Eusebio Monzó . Además, se sigue especulando con la posibilidad de que pudiera querer lanzar a un independiente.
La nueva situación ha hecho resurgir también el nombre del portavoz popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons . Si se confirmase el puesto de María Dolores de Cospedal como cabeza de cartel en las europeas, algunas voces del partido interpretan que las posibilidades del exministro para regresar a Valencia aumentarían pese a su deseo de seguir en Bruselas y aspirar a ser comisario. Aunque siempre ha querido autodescartarse, su buen grado de conocimiento entre el electorado siempre ha sido un factor importante.
En cuanto a la diputada autonómica María José Catalá , durante los últimos meses sonó como la opción más probable, pero la victoria de Casado no ha favorecido sus opciones. Belén Hoyo , por su parte, goza del respaldo total del líder del PP y podría entrar en las quinielas, pero algunos dudan que quiera ocupar el puesto.
