Medio ambiente

Ecologistas alertan de la «desecación encubierta» de un humedal por la Generalitat cuando lo acaba de proteger en Pinoso

Heliaca pide al Ayuntamiento parar la prolongación de un emisario de aguas fecales en El Rodriguillo, incluido esta semana en el catálogo autonómico

Caudal de agua por el colector de la EDAR en el paraje de la Teulera, incluido por Heliaca en su escrito ABC

J. L. Fernández

El Grupo Naturalista Heliaca de Monòver ha alertado de una « desecación encubierta » de El Prado-Rodriguillo , que esta misma semana acaba de ser incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana para su protección, con unas obras autorizadas precisamente por la Generalitat.

En un escrito firmado por el presidente de este colectivo ecologista alicantino, Antonio José Martínez Cutillas , se pide al Ayuntamiento de Pinoso que paralice este proyecto de ampliación de un emisario de aguas hasta el término de L'Alguenya para evaluar su posible «impacto medioambiental y para la salud pública» y presentar alegaciones.

«La prolongación del colector de las aguas residuales, que actualmente actúa como drenaje de la zona humeda catalogada supondría una clara interferencia, perjuicio y degradación de una parte el humedal», por lo que concluye que «a todas luces parece tratarse de una desecación encubierta al eliminar caudales y aportes hídricos naturales del dominio público hidráulico».

Muerte de la fauna

Entre los «impactos» descritos por Heliaca, está el riesgo de muerte para aves acuáticas (ánades, focha, gallinetas, garzas) y peces, como el fartet , una especie que ya está en riesgo de extinción en la zona, tal como publicó ABC .

También auguran un aumento de la presencia de mosquitos , al haber más aguas estancadas de poca profundidad, sin fauna que devore a estos insectos.

Finalmente, lamentan que esta «solución estelar» con un coste de un millón de euros consiste en « trasladar aguas fecales » al pueblo de al lado y contraviene las normas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) porque las obras y actuaciones «en ningún caso deben producir daños a terceros».

Y concluyen en su escrito criticando que se «aleje de la vista de los ciudadanos» esta contaminación: «¿Para qué sirve promover la inclusión de un espacio nacional en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana?, si se continúa con políticas de contaminación y desecación, anacrónicas».

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