Imagen de Iglesias y Oltra con los candidatos valencianos de Compromís y Podemos en un un mitin en Alicante
Imagen de Iglesias y Oltra con los candidatos valencianos de Compromís y Podemos en un un mitin en Alicante - EFE
POLÍTICA

Compromís-Podemos: crónica de un divorcio anunciado

La imposibilidad de formar grupo propio en el Congreso dinamita la estrategia de Mónica Oltra y le enfrenta a sus socios del Bloc

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Alicante, 11 de diciembre de 2015. Compromís-Podemos-És el Moment llena las gradas del pabelló Pitiu Rochel, donde predomina el color morado. Mónica Oltra, exultante de la mano de Pablo Iglesias, pide a los suyos que enarbolen las banderas naranjas con el logo de la sonrisa que identifica a Compromís. Era su manera de escenificar el peso de su formación y de su liderazgo. Todas las encuestas le sitúan como la política más valorada de la Comunidad Valenciana y, bajo su batuta, Compromís había logrado en mayo los mejores resultados de la historia, que le sirvieron para acceder al Gobierno autonómico, lograr la Presidencia de las Cortes Valencianas y la Alcaldía de Valencia.

Oltra quería redondear la jugada en las elecciones generales con un grupo propio valenciano en el Congreso que le sirviera de plataforma para consolidar sus expectativas de acabar presidiendo la Generalitat en 2019.

La todopoderosa vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo regional había sido la principal defensora de acudir a las elecciones en coalición con Podemos con un doble objetivo. El primero se cumplió y la suma de ambas formaciones les situó como principal fuerza de izquierdas en la Comunidad Valenciana con nueve escaños, por delante del PSPV-PSOE de Ximo Puig, que gobierna la Generalitat en precario, con el peor resultado de la historia, en coalición con Compromís y con el apoyo parlamentario de Podemos.

Una promesa electoral incumplida

El segundo objetivo al que aspiraba Oltra no se ha cumplido. No habrá grupo propio valenciano en el Congreso para disgusto del Bloc Nacionalista Valenciá, la formación de mayor peso de las tres que integran Compromís (las otras dos son Iniciativa -un partido sin apenas bases ni historia que lidera Oltra- y Verds-Equo). Los nacionalistas del Bloc se habían mostrado reacios a formar parte de la misma candidatura que Podemos, al entender que se diluía el factor territorial, pero finalmente acataron la estrategia de Oltra y compartieron cartel electorales y mítines con Iglesias y Errejón.

La principal promesa con la que Compromís se presentó a las elecciones y que justificaba el pacto con Podemos saltó por los aires. No habrá grupo propio.

En este contexto, la coalición Compromís-Podemos, que se hizo con nueve diputados en los pasados comicios generales, consumó ayer la primera fractura entre Podemos y sus alianzas, cuando solo ha pasado una semana desde la constitución de las Cortes: los cuatro diputados de Compromís decidieron no incluirse en el grupo de Pablo Iglesias y presentaron su propia propuesta.

Cláusula ante notario

El diputado de Compromís y principal referente del Bloc entre los candidatos a las generales, Joan Baldoví, justificó la decisión de los diputados de su partido en que «hay un compromiso firmado» y hay que llevarlo hasta el final. Se refería así a la alianza sellada ante notario el pasado 5 de noviembre, en la que Podemos y Compromís se comprometieron a formar un grupo valenciano. Los nueve integrantes de la coalición (cuatro de Podemos, una independiente y cuatro de Compromís) comieron juntos en Madrid para tratar de consensuar una postura. Los negociadores de Compromís estudiaron pedir un grupo propio y, si luego la Mesa de Congreso no lo aceptaba, plantear un recurso ante el Tribunal Constitucional. Los representantes de Podemos consideraban por el contrario que ir al Constitucional era una labor estéril.

Las disensiones crecieron y, a las cinco y media de la tarde, Pablo Iglesias dio orden a sus diputados de que no firmaran un grupo conjunto si no iba acompañado de un documento privado firmado por Compromís en el que se comprometiera a que, en caso de no lograrlo, se reintegrarían en Podemos. Todo parecía roto, hasta que a una hora de cerrar el registro hubo un último intento de aproximación que Compromís entendió como la aceptación de Podemos.

La cuenta oficial de Twitter de los valencianos difundió entonces que habría petición de grupo propio conjunto. Al ver que Podemos seguía firme en su postura, los de Compromís borraron el mensaje e insistieron en que se estaba incumpliendo el protocolo de la coalición electoral. Pero el acuerdo fue imposible. La petición de grupo propio firmada solo por los cuatro diputados nacionalistas está condenada al fracaso.

Ahora, Compromís consultará el jueves a sus bases (hay tres partidos dentro de esta coalición: Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y VerdsEquo) para determinar si los cuatro diputados pasan al grupo mixto -la opción más probable- o se integran en Podemos, la más improbable y que el Bloc -muy crítico desde los inicios de la coalición electoral- no está dispuesto a aceptar.

¿Ruptura provisional?

En todo caso, la ruptura, quizás provisional, de Compromís y Podemos en el Congreso contribuyó ayer a subir más aún los decibelios de un enfrentamiento que también incluye al PSPV, con quien comparten el impulso del Gobierno autonómico. Tanto Compromís como Podemos atizaron durante la mañana a los socialistas por no permitir la conformación de un grupo propio en la Cámara Baja, y el secretario general de la formación de los círculos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, aseguró que si las elecciones generales se repiten «habrá que denunciar el inmovilismo del PP y el PSOE tendrá un gran reproche político por su actitud». El portavoz del grupo parlamentario socialista, Manuel Mata, replicaba que «Pablo Iglesias actúa como un liquidador de todos los grupos de izquierda que no son él».

Esa tensión se extendió por la tarde a Compromís y Podemos, que «pelearon» al no llegar a un acuerdo para firmar de manera conjunta la petición de un grupo parlamentario. Los nacionalistas acusaron a Podemos de romper el protocolo de constitución de la coalición que sí contemplaba este escenario. A partir de ahora, aunque los diputados de Compromís se reintegren en Podemos en un subgrupo, lo cierto es que la convivencia en el tripartito es cada vez más tortuosa.

Con todo, los diputados de Compromís Joan Baldoví y Marta Sorlí han abierto la puerta a apoyar, o al menos permitir, un "Gobierno de cambio", presidido por el socialista Pedro Sánchez, si el PSOE se compromete a reformar el Reglamento del Congreso, mejorar la financiación de la Comunitat Valenciana y derogar varias leyes del Gobierno de Mariano Rajoy.

" Si realmente el PSOE se compromete a estas cosas, con los votos de Compromís el PP no va a gobernar los próximos cuatro años", ha dicho Baldoví en declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press.

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