Arquitecturas

La catedral de Valencia, en alerta por el riesgo de derrumbe debido a las termitas

Todas las vigas radiales del siglo XVI están apuntaladas al estar afectadas por su estado de pudrimiento

Imagen de la zona afectada de la Catedral de Valencia AVAN / Vídeo: La fachada renacentista de la Catedral de Valencia en riesgo de derrumbre

A. CAPARRÓS

La Catedral de Valencia -uno de los iconos de la ciudad y declarada Bien de Interés Cultural (BIC)- corre serio riesgo de derrumbe en una de sus fachadas. El Arzobispado ha dado la voz de alerta ante la «falta de respuesta» de la Generalitat para dar luz verde a un proyecto para restaurar la llamada Lonja de los Canónigos, datada en el siglo XVI.

Más allá del descuentro público entre el Cabildo de la Seo y la Consejería de Cultura, el estado en el que se encuentra una de las joyas de la arquitectura del Mediterráneo español no admite demoras, de acuerdo con el arquitecto de la Catedral, Santiago Vila.

El daño provocado por una plaga de termitas y las filtraciones de agua en las cuarenta vigas que sujetan el mirador renacentista han disparado las alertas. Al respecto, Vila advierte del riesgo de « colapso parcial» de la fachada, donde todas las vigas radiales del siglo XVI permanecen desde hace tres años apuntaladas al estar podridas.

El Cabildo ha apuntado directamente al Gobierno valenciano y recuerda que sigue pendiente de apobación el « proyecto de restauración urgente que se presentó hace cuatro años ante la Dirección General de Patrimonio».

La Consejería de Cultura sostiene, por contra, que «no se ha recibido ningún proyecto específico de reparación urgente para actuar sobre las vigas de madera de la Lonja de los Canónigos» y re remite a «un proyecto relacionado con esa zona de la Catedral presentado en 2013» y que, a día de hoy, permanece bloqueado al igual que otras tres propuestas más de actuación en la Seo. El departamento dependiente de la Generalitat Valenciana aduce que «faltan informes que justifique la autorización».

La fachada renacentista afectada por las termitas fue concebida como una tribuna mirador de tres alturas con arcadas abiertas al exterior destinadas a la contemplación de procesiones. La conocida como «Arcada Nova» recae a la Plaza de la Virgen de los Desamparados, uno de los puntos más emblemáticos y de mayor afluencia de turistas de la capital del Turia. El arquitecto de la Catedral alerta de que si cede alguna de las piezas se producirá un efecto dominó y los arcos correrán la misma suerte.

Según Vila, aunque la plaga de termitas está controladas, un estudio realizado mediante georadar en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia revela que «todas las vigas radiales -de 45 centrímetros de anchura- que sostienen la techumbre de madera de la Lonja de los Canónigos se encuentran gravemente afectadas por diversas patologías, principalmente termitas o por el propio pudrimiento derivado de las filtraciones de agua desde las cubiertas lo que obliga a mantener apuntalada la estructura desde hace ya tres años». De hecho, tanto la primera planta como una de las terrazas no se pueden utilizar por su deterioro.

magen de la zona afectada de la Catedral de Valencia AVAN

La Lonja de los Canónigos fue diseñada en el año 1566 en estilo renacentista por Gaspar Gregori . Consta de tres galerías superpuestas formadas por vanos con arcos de medio punto y carpanel. Según el arquitecto encargado de la conservación de la Catedral, el desplome de las vigas «podría afectar al equilibrio de la fachada renacentista que es muy ligera al contar con gran cantidad de arcos».

Las termitas vaciaron gran parte del viguerío y las filtraciones de agua producen el pudrimiento que hace que se pierda volumen, con lo cual su capacidad portante disminuye, de acuerdo con Vila. Estas vigas forman parte de un forjado «reforzado por otras vigas metálicas que no se ven», por lo que se desconoce si tienen problemas de humedad, de oxidación o de aumento de volumen por el óxido.

«Es un monumento en peligro de pérdida y se puede dañar mucho y dañar objetos e incluso personas»

La Iglesia Católica, que según la Ley de Patrimonio es la responsable de la conservación de la Catedral, ni tiene respuesta de los informes ni «la autorización preceptiva para poder solicitar la licencia de obras», aunque el Arzobispado tiene claro que Cultura tendrá que autorizar cualquier intervención porque «es un monumento en peligro de pérdida y se puede dañar mucho y dañar objetos e incluso personas».

Imagen de la fachada afectada EFE

La Consejería de Cultura, que sostiene que no tenía conocimiento de la degradación de la techumbre hasta la denuncia pública del Cabildo, ha explicado que los técnicos inspeccionarán la Catedral para «elevar un informe y requerir a la Catedral, si así es necesario, que presente para su autorización el proyecto de intervención para la reparación urgente de los elementos del BIC que presenten patologías, que se estudiará con la rapidez necesaria».

Al respecto, el consejero del ramo , Vicent Marzà , ha recalcado que «evidentemente la actuación, si es necesaria, se ha de hacer y de autorizar, y nosotros tenemos clarísimo que el patrimonio se tiene que proteger; cada uno ha de proteger el patrimonio que es de su propiedad, y además nosotros, velar para que esté bien protegido, y eso es lo que se está haciendo y lo que queremos hacer».

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