Una bola de fuego sobrevoló el pasado martes el este peninsular a unos 90.000 kilómetros por hora hasta extinguirse a unos 51 kilómetros de altitud de la localidad valenciana de Chelva . Los detectores del proyecto SMART, asociados al Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), grabaron el fenómeno astronómico desde los observatorios de Sevilla, La Sagra y Sierra Nevada (Granada), Calar Alto (Almería) y La Hita (Toledo).
De acuerdo con el análisis del investigador responsable del proyecto, José María Madiedo, el paso de la bola de fuego quedó registrado a las 7:11 horas de la mañana del martes 19 de octubre. Explica que la roca, que procedía de un cometa , entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 90.000 kilómetros por hora.
Según las mismas fuentes, «el brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad» hizo que se volviese incandescente, generándose una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 93 kilómetros sobre la parte central de la provincia de Cuenca . Desde este punto, avanzó hacia el este de la península y se extinguió sobre el municipio de Chelva, situado al noroeste de Valencia .
Los detectores del proyecto SMART operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN), cuya principal misión es monitorizar el cielo de manera continua para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
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