Antonio Garañena - Tribuna abierta
83 días: cuenta atrás para modificar la plusvalía municipal
«La muerte tiene que dejar de ser un hecho imponible para pagar impuestos»
83 días. Es el periodo que falta, de los seis meses fijados, para que los ayuntamientos que tengan establecido el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, popularmente conocido como plusvalía , modifiquen sus respectivas ordenanzas fiscales para adecuarlas a lo dispuesto por el Gobierno en el real decreto-ley de 8 de noviembre, para acatar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional respecto del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.
¿Cuántos municipios de la Comunidad Valenciana lo han hecho o han manifestado su intención de modificar la referida ordenanza en breve, tras haber transcurrido más de la mitad del plazo establecido? Pues que yo sepa bien pocos. Solo me viene a la memoria el de Alfafar o Benaguacil, este último con la bonificación total ya aprobada con anterioridad, así como Bétera, La Pobla de Vallbona o Almoradí, con la reducción máxima en los casos de mortis causa . Seguro que me olvido de alguno, pero no quiero hacerlo de Almenara donde es posible que se apruebe la mencionada adaptación, el próximo 9 de febrero en el pleno, a propuesta del concejal independiente Sergio Ferrer.
¿Y qué implicación tiene ello? Pues que los vecinos afectados, de la gran mayoría de las poblaciones de nuestro territorio autonómico, se les están aplicando los coeficientes máximos establecidos, no beneficiándose de la posibilidad de obtener una reducción hasta del 15% del dicho impuesto.
¿Y a qué están esperando nuestros concejales y dirigentes políticos? ¿Están anteponiendo los intereses municipales y/o partidistas a los de sus vecinos? ¿por qué si no? Y me refiero a de tod@s, sin entrar en ideologías. Estamos hablando de reducir impuestos a quienes les representan.
Sí, reducir, pues como indica el último informe de expertos publicado recientemente por el Instituto de Estudios Económicos, «España tiene una fiscalidad muy alta para los que contribuyen, y poco adecuada a su nivel de renta».
Está llegando el momento de renunciar a los ingresos procedentes de algunas figuras tributarias, esforzándose a una gestión más eficiente y racional de sus recursos, lo que será bueno para la economía en su conjunto.
En esta línea, la muerte tiene que dejar de ser un hecho imponible para pagar impuestos. Con la adaptación de la ordenanza fiscal, a la que he hecho referencia al principio, puede ser un buen momento para bonificar al máximo este impuesto por razones de mortis causa , y para todos los inmuebles o al menos para la vivienda residencial del fallecido, al igual que pasa con el Impuesto de Sucesiones.
Siempre he entendido que la política es el arte de poder hacer cambiar lo posible. Pero por desgracia en España y más concreto en la Comunidad Valenciana hemos dejado de tener artistas de esta disciplina hace mucho tiempo.
Es necesario un cambio en la actitud de nuestros «políticos», anteponiendo los intereses de la sociedad a los del propio partido o ideología.
Antonio Garañena Cubes es presidente de la Asociación Contra el Impuesto de Sucesiones en la Comunidad Valenciana
