Sucesos

Antonio Anglés: las incógnitas de la huida del fugitivo buscado por el crimen de las niñas de Alcàsser

Los investigadores intentan reconstruir los últimos pasos del criminal antes de desaparecer en aguas irlandesas

Caso Alcàsser: la Policía Nacional reactiva la búsqueda de Antonio Anglés por toda Europa

Caso Alcàsser: en busca de las pruebas definitivas para esclarecer el triple crimen de las niñas

Ficha de Antonio Anglés en la página web de la Interpol ABC
Toni Jiménez

Toni Jiménez

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Se le perdió el rastro en 1993, pero sigue siendo «una persona de gran interés policial» . De hecho, la Policía Nacional y la Europol van a poner en marcha una campaña a nivel europeo para solicitar colaboración ciudadana que pueda ofrecer pistas sobre el paradero del prófugo, considerado autor material del triple crimen de las niñas de Alcàsser.

Veintiocho años después, los investigadores intentan dar respuesta a una pregunta que nadie ha podido responder: ¿Antonio Anglés, murió o sigue vivo? Con el paso del tiempo, se han ido añadiendo detalles a la fuga de película que protagonizó tras la detención del único condenado por el brutal asesinato, Miguel Ricart.

El fugitivo eludió varios cercos policiales en municipios de la provincia de Valencia y nada se supo de él hasta que se dio con su paradero en el puerto de Lisboa. La tripulación del mercante City of Plymouth lo descubrió a bordo, rumbo a Liverpool, escondido en un almacén. Era la madrugada del 23 de marzo, justo dos meses después de que se encontraran los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée.

El capitán del barco supo de inmediato que los documentos que Anglés aportaba para identificarse eran falsos: pertenecían al toxicómano fallecido que le había ayudado a esconderse en la ciudad portuguesa. Tras dar aviso a las autoridades, según declaró el capitán a la Policía, lo encerraron en un camarote con todas las medidas necesarias para evitar una huida que se acabó produciendo horas después. En plena noche, Anglés se subió a un bote salvavidas para escapar, pero fue localizado en el mar por un avión francés y devuelto a la misma estancia.

Cuando el buque hizo parada en Dublín y la Policía irlandesa subió al barco para detenerle, Antonio Anglés ya no estaba allí. Al día siguiente se encontró un chaleco salvavidas en la bahía de Dublín, el mismo que había desaparecido de la cubierta del City of Plymouth, por lo que el criminal pudo alcanzar la costa y continuar su periplo por el mundo. Cómo escapó y si alguien le ayudó a hacerlo también es un misterio. El capitán del buque dejó caer en una entrevista para el programa Equipo de investigación que un marinero, sin revelar su identidad, contribuyó a la huida del prófugo.

De vuelta al presente, una de las acusaciones personadas en la causa que se mantiene abierta en el Juzgado de Instrucción número de 6 de Alzira, la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, ha elaborado un informe criminológico sobre la fuga de Anglés que presentará a la jueza en breve.

Un documento que analiza todos los pasos que se han dado para esclarecer los hechos, en el que se recomienda cotejar el ADN del prófugo con muestras no identificadas en los años 90 en la costa oriental irlandesa y la occidental de Inglaterra. Este escrito, todavía en fase de redacción, también indica la importancia de localizar -por medio de las autoridades irlandesas- los documentos que se decomisaron a Anglés y que incluían una foto suya.

Miriam, Toñi y Desirée , de entre 14 y 15 años, fueron secuestradas, violadas y torturadas antes de ser asesinadas de un tiro. La única persona condenada por ello fue Miguel Ricart , que pasó en prisión solo 21 de los 170 años que le impuso la Audiencia de Valencia. Salió de la cárcel en 2013, tras anularse la doctrina Parot.

Imagen de los nichos de las niñas de Alcàsser tomada en el cementerio de la localidad valenciana ROBER SOLSONA

Precisamente, la semana que viene se cumplirán 29 años de ese 13 de noviembre de 1992, en el que las tres víctimas desaparecieron sin dejar rastro cuando se dirigían desde Alcàsser a una discoteca de Picassent. Sus cadáveres no aparecieron hasta setenta y cinco días después, el 23 de enero.

El dolor por el macabro asesinato y la presión mediática posterior marcaron para siempre a una población valenciana de cerca de diez mil personas y todo un país. La magistrada encargada del caso reactivó en febrero de 2020 oficialmente la búsqueda de Antonio Anglés. De hecho, la pieza no se cerrará hasta 2029 , año en el que éste será inimputable.

Sobre él pesan los cargos de rapto, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de arma. Su ficha, con el expediente 1993-9069 sigue vigente en la web de la Interpol en el apartado reservado a los fugitvos más peligrosos del mundo y se actualiza cada año.

En ella se describe al prófugo como un varón «desconfiado» de 55 años, ojos azules, 1,75 metros de altura, tatuajes en ambos brazos y un quiste sebáceo en la garganta sobre la nuez. Se indica, además, que toma Rohipnol para combatir la adicción a las drogas.

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