Sucesos

Dos años sin rastro de Marta Calvo: una búsqueda infructuosa marcada por el dolor de la incertidumbre

Los investigadores intentan localizar el cuerpo de la joven valenciana a través de los movimientos del descuartizador confeso los días posteriores a su desaparición

Imagen de archivo de la casa donde supuestamente murió Marta Calvo en Manuel (Valencia) MIKEL PONCE
Toni Jiménez

Toni Jiménez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hace justo dos años, Marta Calvo enviaba a su madre por Whatsapp una ubicación que la situaba en Manuel, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia. Eran las tres de la madrugada del 7 de noviembre de 2019.

La joven de 25 años, natural de Estivella, acudió a la cita que había concertado con Jorge Ignacio Palma , el colombiano de 38 años que un mes después -el 4 de diciembre- se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent de madrugada y aseguró haberla descuartizado: «Soy la persona que estáis buscando».

En una primera confesión, el hombre explicó que era su cumpleaños y quiso contratar a una chica de compañía. «En un momento, ella me dijo que estaba muy cansada y que quería dormir y yo la invité a dormir en la cama. Al despertar vi que estaba muerta, a mi lado. Me contó que llevaba dos días de fiesta y por eso estaba cansada», señaló.

Según su única declaración, la joven murió tras una noche de sexo y cocaína . Una práctica sexual denominada «fiesta blanca» que consiste en la introducción de droga en los genitales. De hecho, el detenido -en prisión sin fianza- podría estar implicado en hasta diez casos similares, tras la denuncia de una decena de mujeres supervivientes a este juego mortal y la reapertura judicial de otros dos sucesos cerrados relacionados con la muerte de prostitutas por consumo de estupefacientes en Valencia.

Imagen de archivo de Jorge Palma durante una reconstrucción de los hechos en Manuel (Valencia) ROBER SOLSONA

Con la joven muerta en su cama, pensó en tirarse a las vías del tren, pero al final decidió desmembrar el cuerpo, para posteriormente arrojar sus partes en diferentes contenedores de Silla y Alzira. La Benemérita buscó durante ocho meses en el vertedero de Dos Aguas algún vestigio que corroborara esta versión. No lo encontraron.

El sospechoso compró sierras y guantes, entre otros, en tiendas de la zona. En su declaración puso el foco en que para descuartizar a la víctima en la ducha se desnudó para no dejar huellas y después limpió a fondo la casa - se encontró ADN de la joven - porque iba a visitarlo su madre desde Mallorca para celebrar juntos su cumpleaños. A su progenitora, dijo, no le contó nada de lo sucedido allí la noche anterior.

Los investigadores creen que la muerte de Marta Calvo no fue accidental. Desde la cárcel se sigue negando a desvelar el paradero del cuerpo. Sin cadáver, el acusado puede aferrarse a su versión en un juicio con jurado popular que no tardará en llegar . Palma, que estuvo encarcelado en Italia por tráfico de drogas, no contó toda la verdad y el rastreo de sus nueve líneas telefónicas ha revelado más contradicciones en un relato que tuvo un mes para preparar.

Tiempo en el que dijo estar viviendo en casas abandonadas, aunque el análisis de los datos manifestó movimientos constantes entre municipios de la comarca y la capital del Turia. Días en los que se deshizo del coche con el que había recogido a Marta en Valencia y de los mismos teléfonos que han ido detallando sus posicionamientos.

Un mapa que permitió activar una nueva búsqueda del cuerpo de la chica el pasado mes de septiembre en varios parajes forestales de Manuel -con la ayuda de perros especialistas- y en una casa abandonada de Villanueva de Castellón. Como todas las pesquisas anteriores, estas tampoco dieron frutos.

Imagen de archivo de los trabajos en el vertedero de Dos Aguas (Valencia) EFE

«Ahora nos tortura»

Dos días después de la desaparición, la madre de Marta, Marisol Burón, se personó en la localidad de apenas 2.500 habitantes y preguntó al presunto homicida por el paradero de su hija. Palma abrió la puerta de la vivienda alquilada desde tres meses atrás y le contestó que no conocía a la joven . En ese momento, su progenitora interpuso la denuncia ante las autoridades. Sin embargo, hasta varios días más tarde no se inició la búsqueda de la chica.

Coincidiendo con este triste aniversario, la madre de la desaparecida, Marisol Burón , ha hecho llegar esta semana una carta a todos los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados para pedirles que «aumenten las penas a los criminales que no revelen dónde están los restos de sus víctimas» .

«Presentaré una iniciativa legislativa con el único y claro objetivo de conseguir tipificar como delito la ocultación intencionada del cuerpo tras un crimen», explica en su escrito. «Su asesino, no solo me quitó lo que más quiero, ahora nos tortura. El dolor por su asesinato es inmenso pero el no saber, es aún peor », lamenta.

Imagen de la madre de Marta Calvo, Marisol Burón, a las puertas del Congreso de los Diputados junto a Antonio del Castillo, padre de Marta del Castillo JOSÉ RAMÓN LADRA

Cuatro causas contra un presunto homicida

El Juzgado de Instrucción número 20 concentra las cuatro causas abiertas actualmente contra Jorge Ignacio Palma, que deberá responder por 33 acusaciones sobre diez mujeres -siete vivas y tres fallecidas- y por los delitos de asesinato, agresión sexual, omisión del deber de socorro, delito contra la integridad moral de las víctimas y contra la salud pública.

Las otras dos muertes con las que se relaciona al acusado es la de una mujer que ejercía la prostitución y falleció en marzo de 2019 tras varios días en coma inducido en un hospital de Valencia -el asunto fue archivado provisionalmente tras revelar la autopsia que había muerto por un ataque epiléptico con consumo de sustancias estupefacientes-; y otra mujer, también prostituta, que falleció en junio de ese año y apareció muerta en un domicilio.

En el procedimiento judicial también consta la denuncia de una mujer por unos hechos similares registrados en la ciudad en dos periodos, en abril-mayo de 2019 y septiembre-octubre del mismo año. Además, el juez ha tomado declaración a otras cinco presuntas víctimas y lo hará con cuatro más en las próximas semanas. Todas ellas declararon que les introdujo cocaína «a traición» en los genitales .

Además, Palma protagonizó algunos enfrentamientos con presos en la cárcel valenciana de Picassent, por lo que tuvo que ser trasladado al centro penitenciario castellonense de Albocàsser.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación